Contra todo pronóstico, los 'Bafana, Bafana' impusieron su la claridad en el juego durante todo el choque ante un Brasil desconocido y muy apagado. Cuando todo hacia pensar en la prórroga, un trallazo en una falta de Dani Alves, que acababa de entrar en el campo, le dio la clasificación a Brasil, poniendo fin al sueño de la anfitriona de este torneo.
De poco le sirvió al equipo sudafricano el esfuerzo realizado durante todo el choque. Sólo le faltó un poco más de puntería para que el sueño de la victoria se hubiera hecho realidad, ante un equipo brasileño que estuvo desconcertado durante mucho tiempo. Joel Santana, el entrenador brasileño de la selección de Sudáfrica, cumplió lo prometido la víspera del encuentro y su equipo no salió ni mucho menos replegado en su área, sino que le plantó cara a la todopoderosa selección brasileña.
Sudáfrica trató a tú a tú al combinado de Carlos Dunga: sus jugadores lograron que los brasileños no se sintieran cómodos en el tramo inicial del partido. Aun así, la primera oportunidad del encuentro fue para Brasil en un disparo lejano de Ramires, al que dieron réplica Gaxa, también desde lejos, Mokoena, de cabeza, y Tshabalala en el lanzamiento de una falta.
La 'canarinha' no era ni la sombra de la de otros partidos y, aunque cuando manejaba el balón, demostraba su calidad, no era capaz de llegar con asiduidad y fluidez a la meta del equipo sudafricano, que durante muchas fases del primer tiempo se hizo con la posesión del balón. La siguiente opción clara para Brasil fue en un lanzamiento de Kaká desde fuera del área, eso sí con respuesta inmediata de Pienaar, uno de los mejores del choque, para Sudáfrica. Era un partido de ida y vuelta que en su primera mitad se jugó mucho más como querían los "Bafana, bafana" que como le habría gustado a Brasil.
Al comienzo del segundo periodo, Brasil no dio signos de recuperación, mientras que Sudáfrica se mostró más ofensiva si cabe. Julio César tuvo que lucirse en una parada prodigiosa de un balón rebotado poco antes del cuarto de hora de juego. Hasta Kaká se vio obligado a emplearse a fondo en labores defensivas. Mediado este periodo, disminuyó el vendaval de los sudafricanos y el encuentro se niveló, aunque sin que la meta de Khune viviera situaciones de inquietud.
El empuje, la fuerza y la intensidad en el juego era asunto de los "muchachos", que tenían desorientada a la selección brasileña, a la que le faltaba claridad de ideas en su juego ofensivo. La anfitriona sabía que a Brasil le faltaba claridad, pero también que le sobraba calidad, así que en los quince minutos finales, Sudáfrica empezó a mostrarse como un equipo más conservador y a tratar de resolver el encuentro con disparos tan lejanos como desviados.
Cuando todo indicaba que sería necesaria la prórroga para decidir la contienda, Mokoena cometió falta sobre Ramirez en una acción aislada de ataque de Brasil. La pena fue lanzada magistralmente por el recién entrado Dani Alves, lo que dio el triunfo al equipo brasileño, que será el rival de Estados Unidos en la final. Sudáfrica, por su parte, se medirá a España en la lucha por el premio de consolación: el tercer puesto.
Ficha técnica del partido
Brasil, 1: Julio César; Maicon, Lucio, Luisao, Andre Santos (Dani Alves, m.81); Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires, Robinho; Kaká y Luis Fabiano (Kleberson, m.90)
Sudáfrica, 0: Khune; Gaxa, Mokoena, Booth, Masilela; Mhlongo, Dikgacoi, Pienaar (Van Heerden, m.90), Tshabalala (Mhpela, m.90), Modise (Masehgo, m.90) y Parker
Gol: 1-0,m.86: Dani Alves
Árbitro: Masimo Bussaca (Suizo). Mostró cartulina amarilla a Felipe Melo, André Santos Dani Alves, en Brasil, y a Masilela, en Sudáfrica
Incidencias: partido correspondiente a la segunda semifinal de la Copa Confederaciones, disputado en el estadio Ellis Park de Johannesburgo. En los prolegómenos del encuentro los capitanes de ambas selecciones leyeron un manifiesto contra el racismo. Terreno de juego en irregulares condiciones y menos de cinco grados de temperatura. Unos 48.000 espectadores.