L D (EFE) Pareció más interesado en el partido en el inicio Marruecos. El equipo africano ya había hecho historia con su presencia en este partido, pero quería redondear su labor con una victoria que le diera el tercer puesto. Brasil volvió a demostrar, como a lo largo de todo el torneo, que le falta el talento de otras ocasiones, y sólo su más trabajada táctica le ha permitido llegar hasta el penúltimo partido del Mundial.
La ausencia de peligro en ambas porterías fue total hasta el minuto 37, en el que Brasil dispuso de tres buenas ocasiones para abrir el marcador pero las desaprovechó. Pero, a pesar de que el equipo brasileño había despertado y prolongó su ataque hasta el final de este periodo, en los minutos añadidos del primer tiempo un disparo de Adil Hermach desde dentro del área rebotó en el defensor brasileño Fabio Santos, desvió la trayectoria del balón para engañar al portero y supuso el primer gol de Marruecos.
El gol motivó que en la reanudación Brasil se hiciese con el balón, pero sin apenas mordiente en ataque. Marruecos se limitó a conservar su corta ventaja con una ordenada defensa y con continuas interrupciones del juego. Los brasileños intentaba aproximarse a la meta rival pero sin ideas para superar el entramado defensivo marroquí, que al contragolpe pudo sentenciar el partido, si bien Tarik Bendamou, en la mejor ocasión, cruzó demasiado el balón ante la salida del meta Renán.
Parecía que el partido estaba decantado para Marruecos, pero una falta que supuso la expulsión de Zouchou iba convertirse en el empate a uno, que contó con la 'ayuda' del meta marroquí, que protagonizó un fallo garrafal en el despeje y dejó el balón en inmejorables condiciones a Fabio Santos , que marcaba para olvidar el gol en propia puerta del primer periodo. Brasil se volcó sobre la meta de Marruecos y encontró el premio perseguido con un gol de cabeza de Edcarlos en los minutos añadidos que tiraba por tierra todo el trabajo marroquí y daba la tercera plaza del torneo al equipo de René Weber.
La ausencia de peligro en ambas porterías fue total hasta el minuto 37, en el que Brasil dispuso de tres buenas ocasiones para abrir el marcador pero las desaprovechó. Pero, a pesar de que el equipo brasileño había despertado y prolongó su ataque hasta el final de este periodo, en los minutos añadidos del primer tiempo un disparo de Adil Hermach desde dentro del área rebotó en el defensor brasileño Fabio Santos, desvió la trayectoria del balón para engañar al portero y supuso el primer gol de Marruecos.
El gol motivó que en la reanudación Brasil se hiciese con el balón, pero sin apenas mordiente en ataque. Marruecos se limitó a conservar su corta ventaja con una ordenada defensa y con continuas interrupciones del juego. Los brasileños intentaba aproximarse a la meta rival pero sin ideas para superar el entramado defensivo marroquí, que al contragolpe pudo sentenciar el partido, si bien Tarik Bendamou, en la mejor ocasión, cruzó demasiado el balón ante la salida del meta Renán.
Parecía que el partido estaba decantado para Marruecos, pero una falta que supuso la expulsión de Zouchou iba convertirse en el empate a uno, que contó con la 'ayuda' del meta marroquí, que protagonizó un fallo garrafal en el despeje y dejó el balón en inmejorables condiciones a Fabio Santos , que marcaba para olvidar el gol en propia puerta del primer periodo. Brasil se volcó sobre la meta de Marruecos y encontró el premio perseguido con un gol de cabeza de Edcarlos en los minutos añadidos que tiraba por tierra todo el trabajo marroquí y daba la tercera plaza del torneo al equipo de René Weber.