Floyd Mayweather no solo es el amo del ring. Fuera del mismo, el boxeador estadounidense, tirando de billetera, hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Sonadas han sido sus fiestas llenas de mujeres, alcohol y algunas 'vitaminas'.
Mayweather, que prepara el combate que le enfrentará a Conor McGregor el próximo 26 de agosto en Las Vegas, no descuida sus negocios. Uno de los que más mima es su Club de Striptease, el Sam’s Hofbrau de Las Vegas, uno de sus bienes más preciados.
Floyd aseguró que su Club sería el lugar elegido para celebrar el triunfo -en caso de victoria- ante McGregor. Al púgil norteamericano, no se le nada mal vender el pollino: ""Tenemos una colección de las mujeres más bellas del mundo".
Cuando se le preguntó por qué había decidido entrar en el negocio de los Strip Clubs, Mayweather no se mordió la lengua:
Entré en el negocio de los stripclub porque sabía que los pechos, las vaginas, la música y el alcohol nunca pasarán de moda",
La anunció de forma tajante, en una declaración polémica que no ha tardado en dar la vuelta al mundo.
Floyd quiso dejar claro que jamás hay que mezclar trabajo y placer y por ello afirma que "hace 20 años que no recibo un baile erótico. Solo porque poseo un club de strip, no significa que tenga que recibir bailes eróticos. Soy el dueño y debo preocuparme de otros asuntos".