La familia de Muhammad Ali ha amenazado con perseguir a aquellos que revendan "de forma despreciable" las entrada de acceso a la ceremonia de exequias del campeón estadounidense de este viernes en Louisville.
Algunas de las 15.000 entradas se han distribuido de forma gratuita el miércoles por la mañana a miles habitantes que se habían levantado muy temprano para obtener una preciada entrada. Pero la demanda es superior a la oferta.
Algunas horas después, las entradas para la ceremonia han comenzado a ser ofrecidas en portales de venta por internet.
"Toda persona que venda o compre entradas en internet a través de Craigslist, eBay, o cualquier otro portal será denunciado a la policía", advirtió Bob Gunnell, portavoz de la familia Ali.
"La venta callejera es ilegal en Kentucky y tenemos un grupo que vigila estos sitios", añadió en rueda de prensa, acompañado del alcalde y de un responsable de la policía de Louisville.
Distribuidos gratuitamente, los tickets se agotaron en menos de una hora en esta ciudad de Kentucky, donde el legenadrio boxeador nació hace 74 años.
"Muhammad Ali nos ha dejado una herencia inmensa y quiero que todos estén presentes", dijo en la cola de espera Andeja Tyler, una camarera de 23 años.
Numerosas personas han pasado la noche a la interperie, acompañados de una silla de camping o arropados por una manta.
"Muhammad Ali era alguien extraordinario, no solamente como deportista, también en el aspecto humano. Era el campeón del pueblo y, al ser de Louisville, nos consideramos parte de su familia", dijo la fiscal de la ciudad Jessica Moore.
La ceremonia del viernes se incluye dentro de los funerales extraordinarios que Louisville ha organizado para el nativo de la ciudad, que falleció el pasado viernes.
El último adiós a "El Más Grande" comenzará este jueves con una gran oración musulmana abierta a todo el público.
La ceremonia del viernes, precedida de una larga procesión funeraria de 30 kilómetros donde el actor Will Smith o el ex campeón de los pesos pesdados Lennox Lewis portarán el féretro del boxeador, reunirá a numerosos jefes del estado como el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, o el rey de Jordania Abdalá II, y tendrá lugar ante los ojos de todo el mundo.
El ex presidente Bill Clinton pronunciará una parte de la oración fúnebre pero Barack Obama no acudirá, ya que estará presente en Washington en la graduación de su hija Malia.