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'Invictus' Mayweather, rumbo a la eternidad tras ganar a Pacquiao

El estadounidense se llevó la victoria ante Pacquiao por decisión unánime y con polémica. El filipino llevó la iniciativa, pero no fue suficiente.

Myweather se impuso por puntos al filipino Pacquiao | Cordon Press

El combate de todos los siglos merecía un duelo de estilos, el mejor ataque contra la mejor defensa, dos formas de ver un deporte, un arte, con una única finalidad: llevarse la victoria. Las Vegas fue el escenario, Mayweather y Pacquiao los protagonistas, las estrellas que más brillaban sobre una constelación que rodeaba el cuadrilátero. Sólo podía sonreír una esquina, sólo podía haber un ganador y ese fue: Floyd ‘Money’ Mayweather.

Salvo que hubiese habido un KO quedaba claro que una victoria a los puntos, sobre todo de Mayweather, daría mucho que hablar y sería polémica. Ya lo es. 118-110 y un doble 116-112 fueron las tarjetas que definieron al campeón en la unificación del título welter. Viendo el combate, el marcador es exagerado, al menos en cuanto a sensaciones. Ganó el que menos atacó, el que más defendió, pero el que más conectó con su rival. No fue el combate del siglo, sí fue el espectáculo del siglo.

El combate arrancó como se esperaba, con los dos púgiles probándose el uno al otro en los primeros asaltos. Los dos se tantearon, sin errores, con muchas precauciones y esperando su momento. En el segundo asalto las cartas empezaron a ponerse sobre la mesa. Pacquiao se apoderó del centro del ring y buscó imponer su estilo ante un Mayweather rápido, muy veloz con su cadera, perfecto a la hora de adivinar los golpes de su rival, pero muy reservón, demasiado calculador.

Si hay alguien que considera el boxeo un deporte para gente poco inteligente es que no ha visto pelear a Mayweather. Sabía perfectamente lo que iba a hacer y su fama de defensivo no le iba a impedir repetir la estrategia que le ha llevado a estar invicto con un récord de 48-0. Pasaban los asaltos y Pacquiao siguió mostrando su valentía, su pegada, su cadencia en el golpeo. Lanzó muchas combinaciones, puso contra las cuerdas a su rival, pero Mayweather no nota la electricidad que muchos sí sienten al rozar las 16 cuerdas. No atacó, encajó golpes, aunque ninguno le hizo perder el ritmo del combate.

En la recta final, ‘Money’ sí pareció lanzarse más a por ‘Pacman’. Su boxeo de calculadora sabía perfectamente que si encajaba bien los golpes, el desgaste de su oponente se acabaría notando y así fue. En los últimos asaltos, Pacquiao no tenía la misma precisión ni el mismo ritmo de golpeo que en los anteriores, pero Mayweather tampoco utilizaría esa ventaja para atacar. No lo hizo, no arriesgó nada y le salió bien.

Con la campana final, los dos celebraron la victoria, pero Floyd lo hizo con más convencimiento, subido a una esquina del ring y sabedor de que el puntaje, polémico o no, iba a ser suyo. El que más premio buscó, no lo encontró. Ganó la defensa, no el ataque. Perdió Pacquiao, un gran Manny ‘Pacman’ Pacquiao, y el combate del siglo, sobre todo antes de empezar, se lo llevó Mayweather. 48-0 en su casillero y el todavía humano Floyd quiere la número 49 para convertirse en el nuevo ‘Marciano’ del boxeo.

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