La revancha que todos los británicos esperaban tuvo lugar en el londinense Estadio de Wembley entre Carl Froch y George Groves, en un combate que quedará grabado en la memoria de los aficionados. Froch (33-2, 24 KO) retuvo el cinturón Supermediano, después de noquear a su oponente en el octavo asalto.
Groves (19-2, 15 KO) comenzó llevando la iniciativa en unos tres primeros asaltos marcados por el estudio de cada uno de los oponentes, que preferían no arriesgar y buscar los puntos débiles de su rival. Los 80.000 espectadores que se dieron cita en Wembley comenzaron a protestar por la falta de acción y el temor de los dos boxeadores a cualquier contraataque y todo cambió a partir del quinto round.
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