L D (EFE) "Soy sólo una persona y me volví débil en una situación excepcional", declaraba el ciclista, de 26 años, en una comparecencia en la que no pudo contener las lágrimas.
Quien consiguiera el maillot de rey de la montaña en la carrera francesa justifica su recurso al dopaje en su baja forma tras su caída en la Dauphiné Liberé, que le provocó una profunda excoriación en el lateral derecho del cuerpo. Tras ese incidente el deportista se sintió debilitado y, explicaba que fue consciente de que sin una buena actuación y resultado en la ronda francesa no obtendría ningún nuevo contrato.
El ciclista asegura que ha sido su primer caso de dopaje, aunque asume que es difícil creer a un "deportista convicto" y anuncia que dará los nombres de quienes le facilitaron la sustancia "a su debido tiempo". "Sólo quiero ser de nuevo el Bernhard Kohl que era antes, el que conocen mis amigos y seguidores", declara. Kohl asegura "amar el ciclismo, incluso aunque sea una paliza sin fin".
El ciclista asegura que lamenta haber "decepcionado" a Hans-Michael Holczer, director del Gerolsteiner, que ha dejado el cargo de director del equipo alemán tras ver cómo, tras Stefan Schumacher, un segundo corredor de sus filas daba positivo. "Holczer no sabía nada en absoluto. Se enfrentó vehementemente contra el dopaje. Por eso lamento especialmente haberle decepcionado precisamente a él", ha dicho el deportista, que niega que en el equipo haya un dopaje sistemático.
"Bravo por Bernhard Kohl, por decir sinceramente lo que pasa", aseguraba Holczer a la agencia austriaca APA. También mostraba su respeto y destacaba la "valentía" del ciclista y que haya dicho que "el equipo Gerolsteiner no tuvo nada que ver" en el caso de dopaje.