Durante un acto de la formación Pueblo de la Libertad (PDL), Berlusconi se refería al arbitraje como una persecución política del Milan. "La derrota nos produjo un poco de dolor de cabeza, pero el equipo no estuvo mal, lo que pasa es que últimamente le tocan árbitros de izquierdas", ha dicho el primer ministro italiano.
"Creo que el árbitro nos ha quitado tres goles pitando fuera de juego", decía Berlusconi, tratando de justificar así la derrota sufrida en terreno del Cesena por el Milan, que marcha séptimo en la Liga italiana con tres puntos después de la disputa de la segunda jornada.