L D (Agencias) "Por contrato es imposible que corra con otro equipo. O hacía el Tour con nosotros o no lo hacía", ha dicho el director deportivo de La Boulangere, Jean-René Bernaudeau, a L´Equipe. Afirma que el ciclista debía presentar ciertas garantías deportivas para disputar el Tour, algo que no se ha producido, porque el Beloki, que todavía tiene secuelas de su caída en la edición del Tour del año pasado, ha corrido muy pocos kilómetros.
"Fue contratado para el Tour y las cosas empezaban a ser complejas. A un mes de la prueba debía justificar su estatus y presentar garantías a sus compañeros, que estaban llamados a sacrificarse por él", asegura Bernaudeau.
Beloki, de 30 años, dice que sufre una alergia a las gramíneas, por lo que necesita tomar un producto admitido por la Unión Ciclista Internacional (UCI) pero prohibido en Francia y que los médicos de La Boulangere se negaron a recetarle. Este aspecto despertó la cólera de Beloki contra el cuerpo médico del equipo, que contó con el apoyo de los dirigentes deportivos de la formación. "Yo no puedo hacer el trabajo de los médicos. En Francia hay una legislación y los asuntos de salud corresponde tratarlos a los doctores", se limitaba a decir Bernaudeau.
En un primer momento, las diferencias entre Beloki y La Boulangere se tradujeron en un compromiso por parte del equipo para dejar libre al corredor al final de la temporada. Pero los acontecimientos de han precipitado porque la formación francesa sospecha que el ciclista no estará en buenas condiciones para disputar el Tour. Con esta ruptura se pone fin a una historia que ha durado ocho meses y que ha estado marcada por los problemas físicos de Beloki, mermado por la caída que sufrió el pasado Tour de Francia y que le provocó múltiples fracturas, especialmente en el codo y el fémur.