L D (EFE) En una entrevista que publica el diario deportivo francés L´Equipe, Beloki asegura: "Probablemente he soñado mil veces con esa caída. Estaba bien físicamente, contento de mi rendimiento y marchaba segundo en la general. Los Pirineos se acercaban y estaba seguro de que el Tour se iba a jugar allí".
"Cuando me caí tuve un sentimiento de rabia. Recordé las tres ediciones anteriores, en las que estuve en el podio. La rabia era contenida, porque aún no sé lo que es ganar el Tour, y esa caída no me hizo pensar que acababa de perderlo. Sólo los que lo han ganado alguna vez saben lo que es perderlo", añadió. "Ahora espero que el año que viene sea el bueno. El cambio de aires, de entorno y de país me va a venir bien. Sabía que necesitaba pasar a otra historia", dice.
"El Tour de Francia va a ser mi objetivo prioritario y estoy seguro de que el equipo va a hacer todo lo que esté en su mano para ayudarme a ganarlo. Ellos saben que el Tour representa mucho para mí y que soy un enamorado de esa carrera", explica. "Hasta ahora este equipo ha acudido al Tour como a una aventura; a dejarse ver en momentos puntuales, con acciones aisladas; pero saben que así no se gana el Tour", dice Beloki.
El ciclista vasco también habla de los motivos que le hicieron fichar por el equipo Brioches La Boulangére: "Le di mucha importancia a la claridad con la que me hicieron su proposición. Cuando se pusieron en contacto conmigo me quedé bastante sorprendido. Tenía una falsa imagen preconcebida de este equipo; no sabía hasta qué punto este grupo estaba tan bien estructurado". "Los responsables del equipo pusieron sus cartas sobre la mesa con una franqueza extrema; sólo hizo falta dos reuniones para convencerme", agregaba Beloki, que señalaba que, tras vencer su contrato con el ya desaparecido equipo ONCE, quería seguir al lado de Manolo Sáiz y de sus ya ex compañeros, pero que "no fue posible".
"Debo confesar que al principio llegué a dudar de la seriedad de la propuesta. Pensé en la posibilidad de que sus responsables trataran de hacerse publicidad a mi costa. Pero no fue así. Tardé poco en darme cuenta", comenta. Beloki explicaba que cuando se incorporó a los entrenamientos de su nuevo equipo los más jóvenes de la plantilla se dirigían a él para pedirle consejo: "Parecía como si me vieran como a un corredor fuera de clase, como a una referencia. Siempre me ha gustado dialogar con todos los miembros de mi equipo, tanto con los ciclistas como con los mecánicos. Y este equipo tiene esa filosofía".
"Me encanta este espíritu de camaradería y de solidaridad. Cada día que pasa me doy más cuenta de que no me he equivocado. Estoy seguro de que todo esto va a tener su traducción sobre la carretera. Esto de correr los unos para los otros, los unos con los otros, va a dar sus frutos", señala. Sobre el lado reservado de su carácter, Beloki afirma que se considera "alguien a quien no le gusta dar explicaciones". "Sobre todo en las competiciones, me gusta el lado serio de mi trabajo, el profesionalismo y el rigor. Pero fuera de ahí, soy una persona abierta a la que le gusta divertirse. Es así se sencillo", concluyó.
"Cuando me caí tuve un sentimiento de rabia. Recordé las tres ediciones anteriores, en las que estuve en el podio. La rabia era contenida, porque aún no sé lo que es ganar el Tour, y esa caída no me hizo pensar que acababa de perderlo. Sólo los que lo han ganado alguna vez saben lo que es perderlo", añadió. "Ahora espero que el año que viene sea el bueno. El cambio de aires, de entorno y de país me va a venir bien. Sabía que necesitaba pasar a otra historia", dice.
"El Tour de Francia va a ser mi objetivo prioritario y estoy seguro de que el equipo va a hacer todo lo que esté en su mano para ayudarme a ganarlo. Ellos saben que el Tour representa mucho para mí y que soy un enamorado de esa carrera", explica. "Hasta ahora este equipo ha acudido al Tour como a una aventura; a dejarse ver en momentos puntuales, con acciones aisladas; pero saben que así no se gana el Tour", dice Beloki.
El ciclista vasco también habla de los motivos que le hicieron fichar por el equipo Brioches La Boulangére: "Le di mucha importancia a la claridad con la que me hicieron su proposición. Cuando se pusieron en contacto conmigo me quedé bastante sorprendido. Tenía una falsa imagen preconcebida de este equipo; no sabía hasta qué punto este grupo estaba tan bien estructurado". "Los responsables del equipo pusieron sus cartas sobre la mesa con una franqueza extrema; sólo hizo falta dos reuniones para convencerme", agregaba Beloki, que señalaba que, tras vencer su contrato con el ya desaparecido equipo ONCE, quería seguir al lado de Manolo Sáiz y de sus ya ex compañeros, pero que "no fue posible".
"Debo confesar que al principio llegué a dudar de la seriedad de la propuesta. Pensé en la posibilidad de que sus responsables trataran de hacerse publicidad a mi costa. Pero no fue así. Tardé poco en darme cuenta", comenta. Beloki explicaba que cuando se incorporó a los entrenamientos de su nuevo equipo los más jóvenes de la plantilla se dirigían a él para pedirle consejo: "Parecía como si me vieran como a un corredor fuera de clase, como a una referencia. Siempre me ha gustado dialogar con todos los miembros de mi equipo, tanto con los ciclistas como con los mecánicos. Y este equipo tiene esa filosofía".
"Me encanta este espíritu de camaradería y de solidaridad. Cada día que pasa me doy más cuenta de que no me he equivocado. Estoy seguro de que todo esto va a tener su traducción sobre la carretera. Esto de correr los unos para los otros, los unos con los otros, va a dar sus frutos", señala. Sobre el lado reservado de su carácter, Beloki afirma que se considera "alguien a quien no le gusta dar explicaciones". "Sobre todo en las competiciones, me gusta el lado serio de mi trabajo, el profesionalismo y el rigor. Pero fuera de ahí, soy una persona abierta a la que le gusta divertirse. Es así se sencillo", concluyó.