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Barça y Olympiacos lucharán por su segunda Euroliga

El Palais Omnisports de Paris-Bercy acogerá el examen final de la temporada europea (21 horas/Teledeporte) cuando Regal Barcelona y Olympiacos, en la búsqueda de su segunda Euroliga de la historia, midan sus fuerzas con el objetivo de poner el broche de oro a su andadura.

El Palais Omnisports de Paris-Bercy acogerá el examen final de la  temporada europea (21 horas/Teledeporte) cuando Regal Barcelona y Olympiacos, en  la búsqueda de su segunda Euroliga de la historia, midan sus fuerzas  con el objetivo de poner el broche de oro a su andadura.
Ndog celebra una canasta ante el CSKA. | EFE

Los blaugrana, con más presencias en Final Four que ningún otro equipo con sus 11 participaciones, encaran su séptima finalísima ante un Olympiacos que, más inexperto en este sentido, solo ha disputado tres. Sin embargo, recuerdan con fervor la de 1997, cuando ganaron al Barça en Roma (73-58). En sus otras dos, derrotas contra Joventut (1994) y Real Madrid (1995).

Ha llovido mucho desde entonces, y el Regal FC Barcelona intentará hacer buenos los pronósticos que se extraen de los números de esta temporada. Solo dos derrotas, ante Partizán y Real Madrid, ensucian el casi inmaculado trayecto de los catalanes desde que iniciaron el camino a París. En los griegos, equipo con mayor presupuesto de la competición, se dobla la cifra, con derrotas contra Unicaja, Partizán, Khimki y Asseco Prokom. Además, el último enfrentamiento entre ambos, en la final de consolación de Berlín 2009, los blaugrana ganaron cómodamente (79-95).

No obstante, en una final es difícil que se cumplan los pronósticos y el guión esperado. En 40 minutos de tensión, donde se juega el prestigio de toda Europa o tener que esperar todo un año para volver a intentarlo, se impondrá el control de los nervios. Y ahí Olympiacos tiene más temple. Liderados por Papaloukas, ganador de dos Euroligas y un 'MVP' de la Final Four, controlan el 'tempo' del encuentro mejor que nadie.

De hecho, 'Theo' es la extensión del técnico Panagiotis Giannakis en pista. Ayer, en la apretada semifinal contra el Partizán de Belgrado, el griego dirigió a sus compañeros e indicó jugadas casi tanto como su entrenador, encantado con la ayuda. Al final, Olympiacos consiguió evitar la que hubiera sido la sorpresa de la final a cuatro, imponiéndose a los serbios en la prórroga (80-83) tras un encuentro vibrante y espectacular.

Para la final, Giannakis pidió a sus hombres que dieran "el máximo". Kleiza, máximo anotador de la competición y autor ayer de 19 puntos, es el máximo exponente de este Olympiacos, hecho a base de talonario. Llegó al Pireo procedente de la NBA, de los Denver Nuggets, por algo más de 6 millones por temporada. Antes fue Childress quien dio el salto, también a cambio de mucho dinero. Es el peligro de un equipo que está hecho para ganar. Sin embargo, los Kleiza, Childress, Papaloukas o Teodosic no tienen en el banquillo jugadores tan determinantes. Contra el Partizán, solo 6 jugadores anotaron y, de ellos, solo cinco superaron la decena de puntos. Así, el Regal FC Barcelona deberá poner un ritmo alto de partido e intentar cargar de personales a los hombres clave, y es que el banco blaugrana es más amplio.

A resarcirse de las otras dos finales en París

Ni Xavi Pascual ni Giannakis quieren la etiqueta de favoritos, pero fue el griego quien más rechazo mostró en este sentido, y es que aseguró que sus hombres notaron la presión de tener que ganar ante Partizán. Por otro lado, los blaugrana están acostumbrados a lidiar con esta etiqueta, pero hoy tendrán la presión añadida de querer entregar a su afición un trofeo que se resiste, y más en París, donde perdieron en 1991 y 1996 -recordada por el tapón ilegal sobre Montero--.

Pero a esta final llegan con una gran plantilla, con jugadores expertos y a la vez jóvenes y sedientos de títulos. Solo Navarro ganó la de 2003, pero Ricky y N'dong son los únicos que no habían jugado nunca una Final Four, aunque no se notó. Ayer el de El Masnou realizó un excelente partido, aportando 10 puntos, 4 rebotes, 2 robos y 8 asistencias, rozando las dobles figuras.

Además, se asoció a la perfección con los hombres grandes y liberó de presión a un Juan Carlos Navarro que apareció donde y cuando más se le necesitaba (10 puntos). Pascual, en su segunda Final Four pese a su juventud, ha demostrado saber manejar un grupo que espera dar muchas alegrías y confirmarse como mejor equipo de Europa. Ayer, dieron el primer paso ante un CSKA que no pudo frenar a los catalanes (64-54).

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