L D (EFE) El Mundial llega en esta ocasión muy fresco a Jerez. La ausencia de la carrera japonesa, que habitualmente se disputaba en Suzuka en el mes de marzo y que se anuló al no poder concluir a tiempo este trazado las obras que emprendieron tras el accidente mortal de su compatriota Daijiro Kato, no permite hacer demasiadas cábalas en cuanto a lo que sucederá en la primera cita en el Viejo Continente de un Mundial que en Sudáfrica evidenció una emoción inusitada en todas las cilindradas.
El eje central de atención, no obstante, volverá a ser el italiano Valentino Rossi, su épica carrera y victoria frente a su enemigo dentro y fuera de las pistas, su compatriota Max Biaggi (Honda RC 211 V), no dejó impasible a nadie y todo se centra en saber si el campeón de Urbino será capaz de repetir ese hito o deberá emplearse a fondo para lograr de su Yamaha YZR M 1 una moto verdaderamente competitiva en todos los circuitos. Por lo visto en Welkom sólo hay tres pilotos que estén a la altura de las circunstancias: Rossi y Biaggi y el español Sete Gibernau y su Movistar Honda RC 211 V, que deberá subsanar los problemas de puesta a punto con su nuevo chasis de los que adoleció en Welkom para dar cumplida réplica a sus rivales y optar a una victoria que, por ahora, no ha conseguido nunca en Jerez de la Frontera.
Pero quienes en realidad tienen una asignatura pendiente de verdad son los pilotos oficiales de la escudería Honda (Honda Racing Corporation), el brasileño Alex Barros y el estadounidense Nicky Hayden, que no pudieron en ningún momento optar al podio en Welkom y deben alterar esa situación a partir de la llegada del mundial de MotoGP al Viejo Continente, pues de otra forma la fábrica japonesa tendría que modificar, en un futuro no muy lejano, sus planteamientos en la competición para contrarrestar el "efecto Rossi y Yamaha". Así, la situación no deja de ser verdaderamente expectante y el trabajo realizado a lo largo de la pretemporada debe comenzar a dar sus frutos con la llegada a Europa del campeonato del mundo, después de un corto periplo continental que no deja entrever a las claras la situación real de una temporada que ha supuesto un auténtico revulsivo en los hábitos del mundial de motociclismo.
Pedrosa, a refrendar su gran comienzo en 250
Si espectacular y cerrada fue la lucha en MotoGP, la situación no se debilita en exceso en el resto de cilindradas, en donde quedó claro que existen una serie de nuevos valores, recién llegados a sus respectivas categorías, que están dispuestos a convertirse desde el principio en auténticos protagonistas. Ése es el caso del español Daniel Pedrosa (Movistar Honda), quien en su primera carrera en el cuarto de litro doblegó nada menos que a un experimentado Randy de Puniet (Aprilia) y eso que el francés fue quien casi en todo momento marcó el ritmo pero al final se dejó sorprender por su rival y ahora le toca el turno al primero de los tres grandes premios de casa" de su casa", en el que sin ningún género de dudas el pupilo de Alberto Puig querrá reeditar los laureles obtenidos en Suráfrica.
Pero no será el único. Habrá al menos dos españoles más Toni Elías y Fonsi González Nieto, que querrán sacarse la espina de una actuación discreta en Suráfrica, sin olvidarse del propio Randy de Puniet y el argentino Sebastián Porto (Aprilia), quien realizó una carrera memorable y, de no salirse en la segunda vuelta habría ganado entonces y buscará ganar ahora.
Mucho más abiertas estarán las apuestas en el octavo de litro. La prueba de 125 c.c. es, por definición, la más competida de todas ellas y muchos son los pilotos que pueden optar a la victoria, pero por el escenario en el que se desarrollará la segunda carrera del año habrá que prestar especial atención a los pilotos españoles, con Héctor Barberá (Aprilia), Jorge Lorenzo (Derbi), Álvaro Bautista (Aprilia) y Pablo Nieto (Aprilia) como sus más destacados aspirantes.