De esta forma, el equipo de José Mourinho certifica su presencia en semifinales, donde se medirá a la Fiorentina, después de un partido que sirvió para dejar tocado al técnico juventino Ciro Ferrara, que tiene las horas contadas en el banquillo albinegro. Y eso que habían empezado bien las cosas para los de Turín merced al rápido tanto de Diego, que estableció el 0-1 cuando apenas se habían disputado 10 minutos de partido. Fue entonces cuando el cuadro interista despertó y comenzó a crear las mejores ocasiones, las cuales nacían de las botas de Wesley Sneijder.
El holandés estuvo muy activo en la medular y nutrió de balones a Diego Milito, desafortunado este jueves. El ex zaragocista lo intentó de todas las maneras, pero no encontró el camino del gol. Tuvo que ser el central Lucio --ya en la segunda mitad-- quién colocara el empate en el marcador.
Así, y cuando parecía que el envite acabaría con el tiempo extra --la Copa de Italia se disputa toda a partido único salvo las semifinales-- surgió la figura del peculiar Balotelli. El ariete acabó con sus críticas y apeó a la Juve de la forma que más duele, cuando ya no había tiempo para reaccionar.