Muchos pueden pensar, como sería incluso lícito, que ha llegado a Zagreb a ganar sus últimos dineros en el baloncesto. Es verdad, fue un extranjero muy válido en aquel Real Madrid campeón en Vitoria 2005 pero Mickael Gelabale mete las últimas canastas de su vida en un Cedevita que ha ganado dos partidos seguidos en Euroliga y que ahora piensa hasta en clasificarse al Top 16.
Sabía Boza Maljkovic que el francés le podía dar un toque distinto a este equipo. Le tuvo en ese Real Madrid que el serbio diseñó a su antojo las dos temporadas que pasó por el equipo blanco. El título de Liga en cancha del Tau fue un espaldarazo para la época de Maljkovic en Madrid y siempre consideró el viejo profesor que Gelabale había sido un gran partícipe de ese título.

Ahora en Zagreb y tras un paso difuminado por la NBA, una vuelta a Francia y un periplo algo extraño en el Khimki, Gelabale quiere disfrutar de la Euroliga aportando lo que pueda en el conjunto croata que ha ganado consecutivamente a Caja Laboral y Zalgiris, en lo que ha sido hasta ahora la primera derrota de los lituanos de Joan Plaza. Pero es que Cedevita había competido en Atenas hace dos semanas hasta límites insospechados y ahora se está barajando la quimera de la clasificación. Nunca se lo hubieran imaginado.
Tras dos prórrogas y en un partido increíble el equipo balcánico derrotó a un Zalgiris invicto que tuvo el partido en su mano en el primer tiempo extra. De repente emerge la figura de Gelabale con 23 puntos y 10 rebotes dignos de la primera época del jugador francés. Ese atleta fornido, corredor, defensor, reboteador que habíamos visto en el Madrid y que sólo habíamos intuido en la NBA.

A mí particularmente me gustan estas vueltas, repentinas, es verdad, pero dignas de un baloncesto espectacular. Fantásticas para el espectador. Reconciliadoras en ocasiones con la nostalgia, con esa Euroliga que se nos va por momentos a conformarnos sólo con los grandes. Está el Cedevita, el Zalgiris, el Prokom, el Alba, el Cantu, el Olimpia. Con cosas interesantes todos. Gelabale anota sus últimas canastas, captura sus últimos rebotes, pero a mí me gusta verle todavía. Cumple 30 años el 22 de mayo. Vamos a seguir disfrutando lo que podamos.
Dani Blanco en twitter @blancopineda