Es, sin duda, el Marco Polo español. Porque antes del éxodo de españoles extranjeros, él le mostró a muchos el camino. Entrenar fuera de su país nunca fue un problema para él. En esta entrevista repasamos su carrera, sus mil anécdotas, los fichajes relacionados con la NBA, o su visión del baloncesto español actual.
Marco Polo llegó de "las Indias" fascinado por todo lo visto. Su espíritu aventurero le llevó a unas tierras que ni soñaba. Aquel Bujará, aquel Catai, Yangzhou, fueron el motor y sueños posteriores para Cristóbal Colón con el anhelo por ver y vivir aquellos mundos casi de fantasía. Nuestro personaje TaF, fue en busca de otras muchas tierras, él dice que porque era un profesional y a su trabajo se ofrecía. La verdadera razón era para impartir una palabra divina entre sus feligreses: baloncesto.
¿Quién es el primer entrenador de baloncesto de este país que se ha ido fuera de España a trabajar? Muy pocos lo han hecho, no se atreven. ¿Marruecos? A Marruecos. ¿Túnez? Pues Túnez. Y me da igual entrenar al junior del UCAM que al Brasil de Tiago Splitter, Leandrinho Barbosa, Varejao... Yo soy igual. No cambio. ¿República Dominicana? ¿Por qué no? En aquella época en que no había Unión Europea, tuve el título de entrenador italiano hecho con Tim Shea y el contrato firmado para entrenar en Montecatini (en el Lebole Mestre), y no me permitieron entrenar en Italia, algo que en aquella época era un sueño, la Italia de primeros de los 80. No me dejaron dirigir, estuve dos partidos y al tercero me marché. El presidente me dijo, `Tú te quedas aquí, entrenas y que dirija el ayudante´. Y le dije que no. Mi último partido fue en Livorno, y de ahí cogí las cosas y me vine. Y eso que aquello era un sueño, por entrenar en Italia y hacerlo con Essie Hollis.
Yo soy profesional y si tengo trabajo, me voy. Tengo una especie de espíritu aventurero. Cierto. Y he conocido gente y he aprendido idiomas. Porque yo me iba solo, sin nadie. Solamente tenía a mi hija en la época de Suiza. Y no tenía nadie más. Mis cosas... Ni compañera, ni amigos.
Es Moncho Monsalve, nuestro propio Marco Polo. De su primeras andanzas, una máxima: pasión por aprender. De aquel sentimiento, devoción y admiración por todos aquellos que le enseñaron. Hablamos para empezar, de algunos semidesconocidos para el gran público. Tipos como Elio Pentasuglia en Varese o Lester Lane, que tanto le hizo sufrir en el KAS y sin embargo, le dejó una huella imborrable. Moncho hace repaso, incluso asociando nombres con vivencias tan sorprendentes que comienzan a perfilar una silueta de nuestro personaje.
Empecé en San Sebastián con José Antonio Gasca, que en paz descanse, pero enseguida fui con Pepe Laso. Llegué muy tarde al baloncesto, casi con dieciocho años. He tenido la suerte de estar con los más grandes, no sólo nacionales, sino de haber podido vivir en Estados Unidos y estar y entrenar con muchos nombres propios. En su día, aparte de Pepe Laso, Pedro Ferrándiz y Antonio Díaz Miguel. Seguramente Lou Carnesecca, Hubie Brown y coach Bobby Knight han sido mis mayores referentes. Si me vengo a la actualidad, tengo gran respecto, admiración y cariño por Rick Adelman y Rick Carlisle, al que por cierto, hace muchos años estuve a punto de fichar como jugador, aunque al final se fue a los Celtics. Estaba en la Universidad de Virginia y cuando acabó, yo entrenaba al Caja de Ronda y estuvo casi fichado -la opción final fue John Stroud-. Como esa, tuve otra historia increíble: ¡Tuve el contrato de John Stockton firmado! Firmado, ¿eh? Cuando entrené en Mónaco. Al poco tiempo me llamó el padre, que también era entrenador y me dice: `Coach, lo ha seleccionado Utah´. Cuando Bobby Knight dio la lista definitiva para Los Angeles 1984, Stockton fue de los último cortes y Knight dijo `lo he cortado, pero es el jugador más grande 1`80 que he visto en mi vida´. Y mira quién ha sido el señor John Stockton. Es una de esas experiencias que uno siempre tiene en el recuerdo.
Su historia como entrenador tuvo un inicio como jugador. Como su vida, sorprendente.
Trabajaba en una empresa, Industrias Españolas, en San Sebastián, porque mi padre estaba muy enfermo y en casa necesitábamos dinero. Y cuando llegaba San Fermín, la empresa, a varios chicos y chicas de mi edad, nos ponía la residencia y nos pagábamos el autobús y la comida. Bueno, no comíamos. Y yo, aunque sea una presunción, era un buen atleta. Era el segundo año que corría por San Fermín. Y me vio allí Javier Añúa, y se lo dijo a Antonio (Díaz Miguel): `Mira ese tío, está en San Sebastían y no quiere jugar al baloncesto´. Luego me confesaron que me siguieron por todo Pamplona. Y para irme a Madrid, mi madre tuvo que volver a trabajar de cocinera. Yo entrenaba con Pepe Laso en la Sagrada Familia, sin recursos económicos. Pero tuve suerte, porque al año de jugar, fui a la Selección Española con Joaquín Hernández. Y antes de eso, me vienen Ferrándiz y Saporta y ficho por el Real Madrid. Mi vida fue demasiado rápido. Luego cuando mi padre fallece, me voy a Vitoria dejando el Madrid. Cambié el parqué por el cemento y eso me mató, porque tuve una grave lesión de rodilla. Aún así, volví al equipo nacional, pero sufría mucho y con 27 años empecé a entrenar al Mataró. Y entrené al gran Alfonso Martínez, que era unos ocho años mayor que yo.
Monsalve se acoge a un ofrecimiento de una beca solamente para jugadores internaciones, que Juan Antonio Samaranch y Raimundo Saporta idearon para que llegaran ser entrenadores como salida profesional. A los tres primeros de aquella promoción, Lluís Cortés, Víctor Escorial y él, les ofrecieron otra beca para Estados Unidos, realizando así su primer viaje al otro lado del Océano. Este fue el puente entre sus últimos coletazos como jugador y el inicio de su carrera en los banquillos, entre el Sant Josep de Badalona y el Mataró, donde coincidió con un entrenador que se decantó por otros caminos: Eduardo Portela.
Le conocí porque fue mi entrenador en el Sant Josep. Me fichó cuando los dueños del Kas se fueron a Bilbao. Me fui allí porque quería seguir jugando y fue cuando volví al equipo nacional con Díaz Miguel, en un torneo con Australia. Pero creo que el Portela entrenador nunca me gustó. El hombre y el ejecutivo sí. Yo había venido de Estados Unidos con una beca que me dio Samaranch, y fue cuando conocí a los más grandes de allí, Pete Carrill, Ben Carnevale, Jack Donohue... Y claro, con el baloncesto que vi allí, yo a lo mejor era rebelde. Es cierto que Aíto puede ser el mayor protagonista de esto en su momento, pero aunque sea poco modesto por mi parte, te diré que el primer entrenador que puso a jugar ocho o nueve jugadores, es este que está aquí. Y de hecho me llamaban el americano por aquel entonces.
Hoy día, mi relación con él y su mujer es muy buena. Con él me pasó, siendo él entrenador y yo jugador, lo mismo que más tarde siendo yo ayudante y Antonio Serra entrenador en el Barça. Porque yo quería mantener la amistad, y si quería ser respetuoso con él, tenía que hacer cosas que no desearía, y por eso le dije, ´Lo siento Antonio, me marcho´, porque no estaba de acuerdo con lo que yo pensaba que era aquel gran equipo. Y esas dos situaciones vienen un poco de mi rebeldía, una como jugador y otra como ayudante.
Desde entonces y tras muchos años, Moncho Monsalve tiene una percepción particular sobre el presente y futuro de la liga que aquel entrenador del Sant Josep, hoy preside.
El baloncesto en este país debe cambiar. Pero no sólo en la ACB, sino la estructura, el eje. Los clubes al fin y al cabo son la ACB. Pero, ¿quién va a pagar? Portela cuando tenía perritas, daba dinero a los clubes para que éstos estuvieran ahí. La ACB, aparte de con Portela y Antonio Novoa en Granollers (primer presidente de la Asociación de Clubes de Baloncesto). Y con el nacimiento de Unipublic, que nadie olvide esto. Y ahí empieza gente como (José Luis) Rubio o Querejeta, que son amigos míos. Y empezó la publicidad y claro, más equilibrio. Pero ahora, y me disgusta decir esto, ¿por qué hace jugar en ACB a Valladolid? ¿Y al Estudiantes? ¿Por qué Canarias hace ese cambio con Alicante? Y los horarios de televisión. ¿Y por qué no tiene su espacio en televisión? Quitando cuatro o cinco jugadores españoles, ¿los ves en la tele? ¿Ves jugadores extranjeros que tengan protagonismo? Poquísimos. Y yo estoy fuera, porque desde que me fui desde Cantabria a la Federación, nunca quise entrenar en ACB. Pero estaba en la Federación y veía.
Y la Federación tampoco es la responsable. Los chicos cadetes, juniors, sub-20, la selección B... Esos chicos se forman en los clubes. La Federación los tiene mes y medio. No han hecho a Ricky, a Navarro, a Gasol. Ayuda, sí. Y tiene una gran estructura, soberbia en los últimos años con José Luis Sáez. Hay un gabinete técnico que hace un gran trabajo, con los árbitros también con Víctor Mas, aunque la gente no lo cree. La ACB es el eje, pero, ¿y los clubes? ¿Cuánto dinero se debe en el baloncesto español? Sé de muchos jugadores que el año pasado estuvieron tres meses sin cobrar. Y no pasa nada. Nada. ¡Nada! Hay un fondo de garantía y no sé qué... Ahora, quitando los rusos y los turcos, nadie tiene un duro. Joder, Joan Plaza se va de Sevilla cobrando cada día y ahora en el Zalgiris le deben dos meses. Entiéndeme, no se puede hablar sólo de la ACB, los clubes tienen una gran responsabilidad. Y luego, los presupuestos de la ACB. ¡Es mentira lo que se dice! Claro: Barça, Real Madrid, Unicaja, Caja Laboral y Valencia, por poner los cinco equipos que más pueden respetar, aunque el Baskonia ha pasado problemas. Pero hay equipos cuyo presupuesto no es ni el mínimo de los tres millones seguro. Manresa, Valladolid... Y claro, entonces muchos dirían, `Es que en vez de dieciocho equipos, seríamos catorce´ ¡Pues jugad catorce! Y hacer una mejor LEB. También la FEB, hacer LEB Oro, LEB Plata, Bronce, la EBA... A la EBA van los artistas, en muchos casos mayores, y algún chaval jovencito.
Es que... La situación económica en que está el Joventut. ¡Es que es impensable, por Dios! ¡En Badalona! Y a lo peor, un día se acaba como pasó con el CAI. Ya no hay diputaciones, ayuntamientos... Pero no sólo los dos o tres últimos años. Incluso un poco más atrás. Si tengo esto, juego con esto. No hay más.
Ver los toros desde la barrera. Con la tranquilidad, la calma y el análisis que da la experiencia. En la actualidad, esa barrera se llama equipo junior del UCAM Murcia.
Nunca había entrenado a un equipo junior. Cuando tuve la lesión de rodilla llegué a Mataró y además ascendimos. He dado muchas charlas en formación y doy mi opinión, pero siempre dejo claro que nunca he entrenado en esas categorías. Está claro que es muy diferente. El proceso de enseñanza del baloncesto...A todos nos gusta ganar, pero es un asunto complicado. Si no fuera por los padres y su amor a sus hijos, apenas habría baloncesto. Voy a jugar a Coín contra Unicaja y me encuentro tres africanos, un bosnio, Domantas Sabonis, aunque éste nació en Torremolinos, y luego también chicos malagueños, a los que seguramente sus padres los lleven y los traigan, como a los míos. Y hay dos preferencias que son imprescindibles: si no aprueban, conmigo entrenan, pero no juegan. Yo entreno como máximo cuatro días a la semana. La tecnificación la hago los viernes, el día previo al partido. Me gustaría hacer un año más, si Dios y el club quieren. El club deberá decidir, porque en este equipo hay cuatro juniors de primer año y un cadete (Juan Oliva) que juega con la selección española. Un entrenador puede estar dos o cuatro años y crear una idea, una estructura. Después de cuatro años, ya no lo tengo tan claro.
Y desde tales jardines, intenta respirar el aroma de las categorías de formación de nuestro baloncesto. Aromas que no reconoce.
Me parece irrespetuoso, aunque a mí como UCAM Murcia, me trae sin cuidado. Claro que quisiera ganar, pero soy muy consciente. No sólo hablamos de africanos. Mira Cajasol, que tiene 6 ó 7 de distintas nacionalidades. Así es el Barça también. Si ellos estiman que esa es la forma de llegar a la ACB... Para empezar, casi el 100% no pueden jugar en el equipo español, sea la sub-18, sub-20, la Selección B si se vuelve a hacer, o el equipo absoluto. Pero claro, como la ACB es una estructura profesional... Por ejemplo, hay un chico en Unicaja, que creo que es excepcional. Pero quitando Biyombo e Ibaka, tú dime cuántos han salido de este país. Bueno, Samb está ahí en Bilbao. A mí me da igual como Murcia, pero como baloncesto español me parece fatal. Mi ilusión con mis chicos es ir a jugar el campeonato nacional contra los mejores, para que vean dónde está su nivel y qué podemos hacer. A mí todo esto me parece irrespetuoso, y ahí debería haber una ley. Y soy íntimo amigo de Palmi, Sáez y del que manda, Orenga. Debería haber una estructura en la base, en las categorías Adecco. El otro día vi minutos en el Cajasol junior: no jugaba ni un español. Y en Unicaja sólo uno. Valencia, tiene tres. Y no hablamos de edades. Mis chicos me decían, `Moncho, es imposible que ese tenga mi edad. ¡Es imposible que tenga mi edad!
Papeleta al que tocará lidiar un nombre que acaba de salir en la conversación: Juan Antonio Orenga, nuestro seleccionador nacional.
¿Un parche? En absoluto. ¿Qué no está Pau Gasol, Navarro, Felipe Reyes? Es que nos olvidamos de todo. ¿Quién es Sergio Llull? ¿Quién es últimamente un tal Sergio Rodríguez? Marc Gasol, Rudy... No sé, la gente... Es verdad, que no van Pau y Navarro. Y Navarro cuando está como ante el Madrid, es que así no hay nadie en Europa. Sólo él. La única forma de frenarle y es algo que en Europa nadie se va a atrever a hacer, salvo quizás en Turquía o en la Grecia de su época gloriosa, es dándole hostias. A Juan Carlos hay que darle hostias, ¡así de claro!, para que se vaya del partido. Porque si está como el otro día, es imposible. Y claro, Llull quiso ser más agresivo y... tres faltas. Al banco. Si Pepe Sáez consigue que Ibaka y Mirotic puedan jugar, ¡por favor! Está Ricky Rubio... ¡por el amor de Dios! Si está como debe... Y hasta Calderón, que yo sí creo que querrá jugar este verano. Ahora mismo este país tiene veinte o treinta jugadores de nivel internacional.
Además, ¿quién juega como Germán Gabriel al baloncesto?Lo ves el día del Madrid la primera parte o hace poco aquí en Murcia...Lo que pasa es que ya no puede jugar cuarenta minutos a esa intensidad. ¿Y Pau Ribas? Me lo dijo el propio Juan Orenga. Le he visto cuatro o cinco partidos en Valencia y, ¡por Dios, qué polivalencia! Rafa Martínez, San Emeterio, que ya tienen casi treinta...hay gente. Otro que para mí es un caso muy sensible: Nacho Martín. ¿Hay alguien en este país que pase la pelota como ese tío? El pase es la única cosa que ningún entrenador puede enseñar y esto lo he aprendido de los grandes. Ninguno. Nacho Martín es un genio pasando. Está, como mínimo, al nivel de Pau y Marc en ese sentido. Triguero se ha quedado ahí porque es un...¡bah! Con el atleta que es tan increíble. Yo puedo ser muy grosero, sí. Pero la B española le ha ganado a Argentina con todo, allí, no hace tanto. Es cierto que ese día Magnano estaba preparando más al equipo físicamente que tácticamente, eso es verdad. Pero les ganamos.
Ahora toca el turno para juzgar algunos de sus colegas. Los de aquí...
Con lo que veo en España y el tiempo que estuve en Brasil en otros sitios, siento admiración por mucha gente. Por descontado, Pepe Laso es más que un amigo. Manel Comas, igualmente. Pedro Martínez, Txus Vidorreta o Joan Plaza, son gente extraordinariamente preparada. El baloncesto es mi vida y con eso está todo dicho. Y estas personas que nombro, igualmente, es su vida. Se me crea una tremenda incógnita porque Luis Casimiro y Ricard Casas no tengan equipo. Porque les he visto entrenar y sé cómo son.
A Joan Plaza (el "trotamundos" que tenemos en la actualidad) le conocí en Badalona, cuando trabajaba con los juniors y era ayudante de Manel Comas. Lo que me impresionó de él y que ha llevado a nuestra relación de cordialidad, es que le vi dar un clínic en Sitges. Y me entusiasmó. Hay otros dos personajes en esa misma línea: Andreu Casadevall y Sito Alonso.
...y los de allí.
¿Tú has visto entrenar a John Calipari, desde que empieza hasta que acaba el entrenamiento? A las 6 de la mañana con los jugadores. A las 8 de la mañana, en su despacho, con sus ayudantes. Calipari es un genio y es una persona de una humildad tremenda. Pero no sólo John Calipari. ¿Qué pasa con Rick Pitino? ¿Qué pasa con Mike Krzyzewski? Hay entrenadores que juegan al límite delrecruit, sí. Y Calipari es uno de ellos. ¿Por qué Stan Morrison se tuvo que ir de USC o el legendario Tarkanian de Nevada Las Vegas? Ahí juegan situaciones muy extremas, con la familia y el entorno del jugador. Y da igual que sea football o baloncesto. Es que el taquillaje es una locura. En Michigan, en Syracuse.. es una locura. Veinte mil, treinta mil personas. Y aparte, ¿Sabes dónde ganan dinero los entrenadores, aparte del fichaje por la universidad, que no es dónde más? Aunque no incluyas ahí a Calipari, que gana muchísimo dinero. Como le digo yo, `Coach, nunca te gastarás lo que ganas, no te va a dar tiempo´. Ellos ganan dinero con Nike y Adidas, que ahora en Estados Unidos se pelean por todo. Es un auténtico infierno. Tanto por vestir a los equipos con sus marcas, como con los campus de verano. Claro, Calipari hace un campus que puede tener, yo que sé... muchísima gente. Mucha, mucha.
¡Ah! Otro personaje del que hay que hablar, al que conocí en Madrid y luego me ayudó mucho en Seattle, cuando estuve 22 días allí: George Karl, al que mi amigo Quique Villalobos adora. Se le trataba de raro en el Madrid pero... ¡uff, uff! Mira el contrato que ha hecho con Denver.
Mataró, donde un día expulsó del vestuario a un directivo y firmó su sentencia, Sant Josep, Club Baloncesto Castilla de Valladolid (bases del actual Blancos de Rueda), Naútico de Tenerife, Hospitalet, Vevey (Suiza), F.C. Barcelona (como asistente de Antoni Serra), seleccionador suizo, Lebole Mestre, Caja de Ronda, Mónaco, OAR Ferrol, Tenerife Nº1, Grupo IFA, CAI Zaragoza, Granada, Fórum Valladolid, Cantabria Lobos, seleccionador de Marruecos, República Dominicana y Brasil. ¿Jugadores? A cientos pasaron por sus manos. Hablemos de uno en particular.
Oscar Schmidt. Cuando le tuve en Valladolid, pienso que era el mejor jugador FIBA del momento y creo que lo ha sido. Muchos valoran ataque/defensa. Sí, cierto. Pero la gente no entiende que con Oscar tenías que ponerle a defender a interiores o ponerte en zonas alternativas. Todo el mundo habla de si Drazen Petrovic hacía mil tiros diarios. Y no sé cuanto tiraba Petrovic, pero más que Óscar y Marcel de Souza, nadie. Podría tirar igual, pero no más que ellos. Yo he visto a Oscar Schmidt estar dos horas tirando sin parar con un pasador. Eso no me lo ha contado nadie: lo he visto yo. Y además, como no podía hacer pesas porque era un poco voluminoso, hacía pliometría (ejercicios consistentes en la ejecución de movimientos rápidos y explosivos para desarrollar fuerza muscular y velocidad en general) para mejorar. Era un genio. Y aunque no llegó a pensar en qué iba a ser después del baloncesto, guardó mucho dinero. Fue el primero en ganar medio millón de dólares en Europa. Él y luego Glouckhov, también en Caserta, años después. Y nunca fue alguien que gastara mucho. Tiene una casa a las afueras de Sao Paulo que es un Palacio. Ahora ha firmado un contrato con la televisión que va a hacer los Juegos Olímpicos.
¡Aaay, Brasil! La oportunidad de su vida de ser olímpico, de cumplir un sueño.
El gran palo fue la derrota contra Alemania en Atenas (Preolímpico). Porque además, sigo pensando que nos ganaron por Nowitzki y Kaman. No me gustó el arbitraje en algún partido del Preolímpico. Nos mató, tal y como te lo cuento. De las pocas veces que he sentido eso, junto a aquella en Cantabria del famoso reportaje en el bar que sacó Andrés Montes. Y lo digo por experiencia, no digo con mal criterio, ni por revancha hacia mí, ni hacia nadie de Brasil. Además de que en el partido ante Alemania nuestros dos jugadores interiores más importantes aparte de Splitter, Baptista y Murilo Becker, estaban lesionados. Además, Giovannoni no fue, tampoco Varejao o Leandrinho. Y Nene, que nunca quiso ir al equipo nacional. Puede parecer raro, pero es verdad. Para mí, esto, y la lesión que tuve en Zaragoza han sido los dos momentos más difíciles en el baloncesto".
Sueños olímpicos en Brasil, sueños en República Dominicana por...crear algo.
Cuidado con Brasil porque ya se están empezando a asustar los argentinos. Cuando yo llegué a Brasil no había ni liga nacional. Había liga paulista y ya. Y ahora hay una liga muy seria. Lo que pasa es que se les va gente, con Alex García, Giovannoni... Pero cada año es mejor competición, ya han vuelto varios chicos que han estado en la NCAA, porque ya en Brasil ganan casi el mismo dinero que en Europa. Y tienen a Faverani, que es un genio, a Paulao que a ver cómo sale de otra lesión y Lima, y Freire. Obviamente Lucas Nogueira, que empezó conmigo. Te diré que jugaba a fútbol mucho mejor que a baloncesto. Argentina está preocupada.
Dominicana... es una gran tristeza. Hay seis o siete torneos en el país, es una locura. Ha mejorado un poco la liga nacional, que ya dura algo más, como Venezuela o México. Son ligas de cuatro meses. Brasil ya no, Brasil ya es como la española. Y claro, tienes jugadores como Andrés Rodríguez, de Obradoiro que se va a jugar los play offs a Puerto Rico. O Eddie Casiano, aquel tirador puertorriqueño, que es campeón en México y en Puerto Rico como entrenador. Y claro, tanto jugadores como entrenadores, están tres meses en Dominicana, tres en Venezuela o Puerto Rico, y ganan 400.000 dólares. Y quitando las estrellas, ¿quién gana en Europa 400.000 dólares? Así que no quieren salir del entorno. Y eso es un enorme problema.
Ahora han estado dos años allí John Calipari, y Del Harris. Calipari se los ha llevado a Kentucky a entrenar. A Horford, Sosa, Francisco García... A Charlie Villanueva lo tuvieron que echar del equipo. Es que no son equipo. Y este año, en el Preolímpico de Caracas fue un fracaso enorme. Nigeria, con el poco trabajo defensivo que le dejaron hacer a Tim Shea, era un equipo. Éstos no. Y eso que Eulis Báez estuvo excelente, y Horford mejor que en otras ocasiones. García un día estuvo extraordinario y los demás días apenas tocaba el aro. Es un equipo muy extraño. Tienen a Asselin, Feldeine que no fue por el pasaporte, Quezada que no fue. Tienen allí tíos de la hostia, de la leche, y físicamente son unos portentos. Pero no juegan, no.
Vivencias como para llenar la biblioteca de Alejandría. Moncho Monsalve, muchos años como comentarista televisivo también, sabía inculcar esa pasión en forma de trascendencia, de todo lo que decía. Sus palabras suenan a homilía. Tan convencido está de ello. De este rebelde sacaremos en claro que se puede tener ilusión a pesar de los años a cuestas de profesión. Una cosa no erosiona la otra. Gran lección. Y a pesar de sustos, esperemos que así sea por muchos años.
Desde que a mí me pasó aquello, que no es un ictus ni un infarto, sino una arritmia ventricular que para el corazón, han muerto ya, que yo sepa siete, personas en España por este motivo. Y tengo un buen amigo, forense de casos como el mío, que me dice, `No te puedes imaginar la de gente que muere porque no hay un desfibrilador cerca´. Yo tuve mucha suerte, porque había dos padres del Aristos (su rival ese día) que eran médicos en la grada. Pero es un aparato que casi cualquiera puede usar, es muy sencillo. Voy a dar muchos palos con los desfibriladores. Aquí en el Palacio de Deportes de Murcia lo hay, pero te sabría decir en Murcia y muchos sitios de España dónde no lo hay, y eso no puede ser. Me han hecho dos cateterismos, una resonancia... de todo. Debía haber todo aquello allí porque quiso Dios que yo estuviera aquí ahora. Con ocho minutos de parada no hay casi posibilidades y yo estuve seis. Imagínate. Luego, en una semana estaba en Murcia. Sólo me pidieron que no hiciera el loco, pero mi vida es casi normal. Sólo me prohibieron nadar, que para mí espalda es muy importante, y ya he vuelto a hacerlo.
Una entrevista de:
José M. Puertas en twitter: @josempuertas
Redacción:
Antonio Rodríguez en twitter: @tonystorygnba