Menú

La hora de Paniagua: El equipo

“Nunca puedes relajarte, en ningún momento, cuando juegas contra ellos. Jamás te sientes cómodo. Siempre estás caminando por el filo de la navaja.” (LeBron James, estrella de los Heat de Miami, hablando sobre los Boston Celtics).

Ese filo de la navaja al que hace referencia LeBron James, el mega crack del Miami, lo han ido afilando, día a día y durante los últimos años, Kevin Garnett, Ray Allen, Paul Pierce y Rajon Rondo. Cuatro estrellas rutilantes e indiscutibles de la Liga NBA. Cuatro grandes que han definido a este grupo desde el año 2007; justo el año en el que el presidente ejecutivo de los Celtics de Boston, Danny Ainge, acabó por juntar todas estas piezas en una suerte de puzle maravilloso y sorprendente.  Un mosaico de estrellas que nos ha regalado un estilo de juego absolutamente inconfundible.

Un estilo impregnado de orgullo y de pasión.

Hay gente que lo llama coraje; hay otra gente que lo llama agallas y hay otra gente que lo llama actitud. Los equipos rivales más frecuentemente damnificados lo llaman, simplemente, agresividad más allá del reglamento. Y, según ellos, casi siempre permitida por una suerte de histórica permisividad arbitral. Pero lo cierto es que para ser un equipo compuesto por estrellas, estos Celtics han sido un ejemplo de lucha y de fuerza mental. Siempre.

Hay un dato extraordinariamente revelador a ese respecto en estos Celtics de ahora: a pesar de tener en su plantilla a tres -¡tres!- de los 25 mejores anotadores en la historia de la Liga NBA, que se dice pronto, rara vez han tomado atajos para ganar partidos con facilidad. Jamás han tomado la vía de la actuación individual para vencer partidos sino que han preferido tomar la ruta más complicada y compleja: la que lleva a la meta a través de una defensa cohesionada y de una lucha sin cuartel. Un ejemplo contundente y reciente: en el partido 7 de la Final de Conferencia, los cinco titulares de los Celtics anotaron más de 10 puntos cada uno.

La cohesión de estos Celtics modernos ha trascendido incluso el parqué. Como equipo, como filosofía de conjunto, los Celtics se han convertido también en el modelo a seguir por otros clubes de la Liga NBA a la hora de juntar superestrellas en sus plantillas. Por ejemplo: los actuales Heat son el resultado directo de una teoría que pusieron en práctica los Celtics. Una teoría que dice que tres superestrellas juntas en un mismo equipo pueden producir resultados satisfactorios de manera inmediata. La teoría falló, obviamente, en el primer año de LeBron, Wade y Bosh en Miami, aunque ahora tienen la oportunidad de volverlo a intentar otra vez.

La teoría no falló, sin embargo, en los Celtics de Boston. Ya ganaron el título en el primer año del experimento; en 2008. Kevin Garnett se lesionó en 2009. Pero los Celtics volvieron a jugar la final el año siguiente, en 2010, llevando a los campeones, los Lakers de L.A., hasta el límite del séptimo y definitivo encuentro. El año pasado perdieron ante Miami en cinco partidos sin mucho que objetar. Parecía el canto del cisne. Pero esta temporada, estos Celtics renacidos les han forzado a jugar siete terroríficos y extenuantes choques a los poderosos Heat en la Final del Este. Los años han pasado, cierto, pero la amalgama, el pegamento de los Celtics, ha sido siempre el mismo: el trabajo en equipo.

Ahora, después de estos cinco años magníficos, el futuro de estos Celtics es incierto. Ray Allen y Kevin Garnett son agentes libres sin restricciones y pueden marcharse al equipo que deseen. Solo Pierce y Rondo tienen contrato para la próxima temporada. En todo caso, y aunque Garnett y/o Allen decidieran volver, tienen ya 36 y 37 años de edad respectivamente. De modo que tampoco les queda mucha gasolina en el depósito.

Así que ahora, por primera vez en cinco años, los aficionados de los Celtics –que son legión en el mundo entero, por cierto- empiezan a pensar en la posibilidad real de que el año que viene haya un equipo formado por jugadores diferentes en al Casa Verde.

Por eso, por si este ha sido de verdad el ultimo gran acto de los Celtics, tal y como los hemos conocido desde 2007 hasta hoy, es por lo que quisiera recordar aquí, en esta tribuna semanal, a este grupo de soberbios jugadores que siempre jugaron juntos. Un grupo de jugadores que acabó su recorrido justo como lo empezó: siendo un equipo. Un equipo que, además, ha sobresalido, orgulloso, en una liga de individualidades: como bien se encarga de promocionar la propia Liga NBA.

Así que con esa filosofía, siendo un equipo, no hay razón alguna para que los Celtics de Boston no vuelvan a levantarse de nuevo y para que continúen dando muchas alegrías a sus seguidores en el futuro inmediato.

Miguel Ángel Paniagua (publicado en GIGANTES)

Miguel Ángel Paniagua en Twitter: @pantxopaniagua

Herramientas

3
comentarios
1 Bergil, día

Sí... pero que no tengamos que esperar otros veinte años para un nuevo anillo de campeones... ;-{Þ>

2 we232, día

Early in the Obama campaign in the Senate when, one day, he suddenly received from Michael Jordan to send a cheque for $10000. While Jordan is undoubtedly the most famous man in Chicago, Obama is also a fan of his. Obama once wanted to make this check plus frame in the office, but finally or pragmatism prevailed, check into cash, after all, $10000 to Obama at that time is not a small sum.

3 inflatables, día

An Inflatableschair is an inexpensive piece of vinyl seating that can be inflated and deflated. Vinyl is short for polyvinylchloride (PVC) which is a chlorine- and ethylene-based plastic resin. There is a wide range of inflatable chairs available today such as the high-backed armchair, the low-backed curved chair, the bean bag and the bubble chair.