Que la pasada Final de la ACB fue una de las mejores de la historia nadie puede negarlo. Una Final tan intensa y emocionante como sorpresiva en el resultado final. Y lo de sorpresiva no es porque el Barça no la mereciera, sino por el modo y la forma en que se produjo el desenlace. El triple de Marcelinho en el primero, la victoria del Madrid por más de 25 puntos en el tercero, el posterior empate de la serie cuando parecía que el Madrid ya lo tenia y un 5º partido donde el Barça consiguió sacar de donde ya no quedaba (Lázaro, levántate y anda).

Justa victoria del Barça, un más que merecido descanso veraniego para los jugadores y muchísimo trabajo en unos despachos donde tocaba reconstrucción.

Entre entradas y salidas, varios apuntes:
Se consiguió retener a un imprescindible e insustituible E. Lorbek (cantos de sirena “made in NBA”), se fichó a jugadores con más futuro que presente, se consiguió dar salida a un decepcionante Chuck  Eidson, renovar, tras mucho “tira y afloja” a Víctor Sada (para ficharle posteriormente a Sarunas Jasikevicius) y se dinamitó el juego interior sustituyendo a dos jugadores como B. Ndong y F. Vázquez, que hacían suyo el sello de identidad del equipo (defense!, defense!, defense!), por otros como A. Tomic y N. Jawai, que seguramente son mucho más talentosos, pero que está por ver si conseguirán hacer olvidar a los anteriores.

Con todo ese trasiego y las caras nuevas de Jasikevicius, Abrines, Todorovic, Jawai y Tomic el Barça 2012-2013 echó a andar. La pretemporada no fue buena, los resultados no acompañaron (dos victorias y dos derrotas) y el juego dejaba bastante que desear. Y con esa sensación de “mucho que mejorar”, se llegó a la Supercopa. Victoria fácil en semis y derrota sin paliativos en la final (para más inri, contra el Madrid).

Las sensaciones que desprendía el equipo no eran buenas y en ciertos sectores y determinados medios, se tiró de alarmismo, y como es normal en estos casos se empezó a buscar “culpables”. Mini-crisis, que se cortó de raíz con el anuncio de la renovación de Xavi Pascual (uno de los “señalados”) hasta el 2015 y la consecución de la enésima Lliga Catalana.

Cuatro días de tranquilidad y la derrota frente al Blancos de Rueda Valladolid, en la jornada inaugural del curso, volvió a convertir al Barça en criticable, foco de atención y protagonista negativo. Lo que en un principio parecía solo un accidente o exceso de confianza, se convirtió, tras la derrota frente al GBB en la segunda jornada, en algo más.

Ese 0-2 que figura en el casillero del equipo blaugrana es tan sorprendente como extraño, pero por suerte, aún es pronto y este tipo de errores tempraneros son subsanables. Porque no nos equivoquemos, este Barça no interesa a nadie, ni a ellos en particular, ni al basket español en general.

La victoria frente a los Dallas Mavericks ha sentado bien, se han recuperado sensaciones y parece que ha devuelto cierta cordura al entorno.

El Brose Basket (atención a la pareja Sharrod Ford – Latavious Williams) y el UCAM Murcia son sus próximos rivales (en casa), equipos, que en circunstancias normales, no deberían suponer ningún problema, pero que pueden destapar la caja de los truenos si no se finiquitan con sendas victorias… . Pero como ya he comentado, es pronto y las cosas son como terminan, no como empiezan.

· Alex B. Cervera, Puedes seguirme en twitter (@LaFura37).