El legendario pívot serbio Zeljko Rebraca, integrante de una de las mejores selecciones yugoslavas de la historia (Oro mundial en 1998 y Europeo en 1995 y 1997, así como plata olímpica en Atlanta 1996), pasó este domingo por la sintonía de Tirando a Fallar, el programa temático sobre baloncesto de esRadio en el tercer episodio del serial ‘Memorias de Belgrado’.
Durante su extensa entrevista, el ex jugador de 49 años desgranó lo más destacado de su prolífica carrera, que le llevó también a militar seis temporadas en la NBA después de ganar dos veces la Euroliga, la primera con el Partizan de Belgrado (1992) y la segunda con el Panathinaikos en el año 2000. Rebraca comenzó hablando sobre su actual proyecto, la ‘Academia Rebraca’, fundada hace dos años y en la que busca fomentar el desarrollo de los jóvenes talentos del país balcánico. "Cuando me retiré, en diciembre de 2007, no estaba preparado para hacer nada relacionado con el baloncesto. Ahora, con todo el bagaje que tengo, tanto dentro como fuera del deporte, pensé que estaba listo, que tenía una visión mucho mayor sobre todo, de cara a ser capaz de trasladar mi experiencia a los niños… y a los padres especialmente", señaló.
El pívot también habló sobre la forma en que se vive el baloncesto en su país. "Lo amamos mucho, es algo heredado de Yugoslavia, y cuando nos dividimos se mantuvo ese tipo de escuela y tuvimos gran éxito, especialmente en los años 90. Y también en los últimos diez años… ¡Aunque bueno, a la gente en Serbia no le gustan las medallas de plata, solo aceptan que se gane el oro!", expuso en esRadio con cierta sorna. Y es que Rebraca sabe muy bien de lo que habla. Entre las muchas anécdotas que relató en su entrevista, recordó cómo, tras la Copa del Mundo ganada en Atenas en 1998, "cuando volvimos a Belgrado había 300.000 personas esperándonos", en contraste a lo sucedido cuando los yugoslavos marcharon, con no demasiadas expectativas, a la capital griega: "Cuando salimos, en el aeropuerto, había un periodista y nadie más", sonrió.
Eran días paradójicos en Serbia. Mientras el país sufría las consecuencias de la guerra o los años posteriores a la misma, dominaba en el mundo del baloncesto. Por eso, Rebraca expuso que "queríamos demostrar que éramos los mejores, patearle el culo a todo el mundo. Todos nos temían cuando jugaban contra nosotros. En todo el mapamundi los oponentes miraban lo que hacíamos nosotros, y solíamos ganarles por 20 puntos. En Serbia éramos como los Beatles, todo el mundo nos quería, ganábamos… había un ambiente magnífico sobre cómo jugábamos".
La entrevista también en toco en profundidad un momento clave en la carrera de Rebraca: el título europeo de 1992 en plena Guerra de los Balcanes con el denominado ‘Partizan de Fuenlabrada’. "Esa temporada fue extraña, porque nadie pensaba realmente en ganar nada. Fue la primera temporada de Obradovic como entrenador. Estaba el profesor Níkolic como si fuera un tutor en los entrenamientos. Éramos el equipo más joven en la Euroliga, y jugamos cada partido como si fuéramos visitantes. Cada martes nos íbamos de Belgrado a Zurich, y luego a Madrid o a donde nos tocara jugar. Luego volvíamos el viernes por la mañana. Así que empezamos a jugar en Fuenlabrada como locales… Y realmente fue como estar en casa. La gente nos acogió. Recuerdo el partido contra Estudiantes. Esperábamos… claro, jugábamos en España, contra un equipo español. No esperábamos que nos apoyaran. Me hace gracia ahora. Cuando empezó el partido, abucheaban al Estudiantes. Claro, se quedaron alucinados. Nosotros estábamos alucinados y ellos también. Fue muy bueno para nosotros, nos dio una motivación extra. Lo recuerdo con mucho cariño. Lo pasábamos bien cuando salíamos… pero trabajábamos muchísimo. 6-7 horas diarias, era nuestra única opción. Pero nadie esperaba llegar a la Final 4 de Estambul", relató.
Rebraca analizó también su paso por la NBA, a la que definió como "muy distinta a la actual", razonando que "ahora es más fácil para los europeos jugar allí, pero entonces era muy jodido… Estaban Alonzo Mourning, Mutombo, Shaq, Derrick Coleman… Cada partido era una auténtica batalla". Sobre la liga americana, habló sobre uno de los nombres del momento, Steph Curry. "Realmente creo que ha cambiado el juego como lo hizo Michael Jordan. Y ahora claro, todo el mundo se cree que puede tirar, pero nadie puede tirar como lo hace él… Así que eso ha cambiado la mentalidad de los jóvenes, y todos quieren ser Curry. Es como que todo el mundo diga que LeBron James es el mejor jugador de todos los tiempos… de ninguna manera. Michael Jordan es el número luego, luego Kobe y quizá después LeBron", aseguró.
Además de todos estos temas y de contar muchas divertidas anécdotas de sus años como jugador, el que fuera jugador de Detroit Pistons y Los Ángeles Clippers en la NBA habló sobre la mala suerte que tuvo en su último equipo, Valencia Basket. "Tuve lesiones. Jugaba dos partidos y paraba cinco. Me cansé. Esperaba mucho más de mí y hable con ellos y les dije 'cancelemos esto, lo siento, no puedo verme en este estado, así que es mejor dejarlo aquí y así'", recordó. Igualmente, habló sobre su estado de salud actual, después de los problemas cardiacos que padeció mientras estaba en activo. "El corazón está bien, tuve un problema de fibrilación auricular, tengo tres ablaciones, pero ahora hago boxeo, trato de mantenerme en forma y creo que lo estoy, quizás 4 o 5 kilos por encima de mi peso, pero bien. Me encuentro bien, no tomo medicación y mi mujer está sana, así que todo bien" cerró.