Después de todas las precauciones que se han tomado para la disputa de los Juegos Olímpicos de Tokio en plena pandemia por el coronavirus llega el primer escándalo en la Villa Olímpica. Los protagonistas, Luka Doncic, el equipo esloveno de baloncesto y también la jugadora española Cristina Ouviña.
El escándalo ha llegado con las imágenes subidas a las redes sociales por Ouviña en las que se puede ver la fiesta ilegal del equipo esloveno tras su debut en los Juegos. En la fiesta multitudinaria había alcohol, cachimba, ausencia de medidas de seguridad y, por supuesto, no había mascarillas de por medio.
Cristina Ouviña, jugadora de la selección española de baloncesto, subió a su perfil de Instagram estas imágenes que posteriormente borró para evitar que salieran a la palestra. Su intento de eliminar el contenido emitido llegó tarde y las imágenes están recorriendo como la pólvora las redes sociales.
Esta fiesta hace dudar de la capacidad de la organización para controlar lo que ocurre en la Villa Olímpica y deja en muy mal lugar a los protagonistas de los vídeos ya que demuestran poca inteligencia organizando una fiesta así en unos Juegos que incluso corrieron el riesgo de suspenderse.