El Barça ha ganado este viernes al Zenit (81-78) el segundo duelo de la serie de cuartos de final de la Euroliga, necesitado de la prórroga y de dos robos clave de Adam Hanga que permiten a los blaugranas, que siguen atascados ante los rusos, visitar San Petersburgo con 1-1 en la eliminatoria.
Los puntos, rebotes y actitud de Brandon Davies y las aptitudes defensivas del ladrón Adam Hanga permitieron respirar a un Barça que iguala la serie pero sin encontrar buenas sensaciones. En la prórroga, sufriendo de nuevo ante su ex Kevin Pangos, el Barça de Sarunas Jasikevicius pudo equilibrar la contienda, no sin sufrimiento.
El partido llegó igualado al tramo decisivo, y con malas sensaciones para el Barça. Pese a ganar de 6 tras canasta de Higgins, la batalla de tiros libres llevó al duelo a la prórroga. Y, ahí, se decidió la batalla, de nuevo en la línea de 4,60 metros, a favor de los catalanes.
Tras la derrota por 74-76 del miércoles, en el primer partido de la serie, el Barça estaba obligado a ganar para no perder toda la ventaja del factor pista. Pero ello conlleva una presión, y el equipo blaugrana empezó el partido atenazado, con mejor defensa pero sin encontrar vías de ataque al aro ruso. Pese a tener una breve buena racha en el segundo parcial, el resto de partido fue un atasco ofensivo.
El técnico del Zenit, el exblaugrana Xavi Pascual, repitió la táctica que le hizo ganar el primer duelo, pero esta vez Kevin Pangos tardó en aparecer (aunque terminó con 23 puntos, yendo a más). Así, el marcador volvía a ser bajo, el Zenit volvía a agobiar al Barça, y pese al parcial de 12-0 que dio alas a los culés, el partido no cambió y le volvió a costar horrores, al Barça, anotar. Salvo a un gran Brandon Davies (22 puntos y 8 rebotes).
Tras el descanso, al que se llegó con 38-29, el Zenit intentó cambiar las tornas, volver a su hoja de ruta, y al Barça le costó mantenerse firme. Tanto que se quedó en 10 puntos en el tercer parcial, atascado de nuevo como en el primer envite, y el Zenit igualó la contienda al final del mismo (48-48).
Una igualdad que siguió en el último cuarto, hasta forzar la prórroga. Pero, pese esa reacción, pese al control férreo sobre Calathes, pese a que Mirotic no tuvo, para nada, su mejor noche, el juego interior, con Davies y Oriola, y la firmeza en el juego en el tiempo extra con esas manos salvadoras de Hanga atrapando balones del rival, permitieron al Barça mantenerse arriba.
Los rusos también pagaron en exceso las ausencias de Mateusz Ponitka y del pívot Arturas Gudaitis, que sufrió un esguince de tobillo en el primer encuentro. Menos armas, una exterior y otra interior, mientras que en el Barça la rotación fue amplia —sólo no jugó Pau Gasol— y se notó al final del encuentro. Empate en la serie (1-1) y mucho por decidir en San Petersburgo, que acogerá los siguientes dos partidos de la serie.