La sección de baloncesto del Real Madrid sigue trabajando a toda máquina para construir un gran equipo que compita por todos los títulos la próxima campaña.
Después de trascender el acuerdo con el pívot Vincent Poirier para lo que resta de temporadas y tres más —el francés no podrá jugar lo que resta de Euroliga al haberse cerrado ya el plazo de fichajes—, ahora se ha conocido la llegada de Pierriá Henry para el curso 2021/22.
Según avanza el medio griego gazzetta.gr, el club blanco ya ha llegado a un acuerdo con el Baskonia para que el base-escolta estadounidense se incorpore a la disciplina blanca. Aunque el jugador de Virginia Occidental, de 28 años, termina contrato el próximo mes de junio, el club blanco asume que deberá pagar un dinero al club vitoriano para que renuncie al derecho tanteo. Y la cifra que ha trascendido es de 500.000 euros.
Henry se ha convertido esta campaña en uno de los mejores bases del baloncesto europeo por su creatividad ofensiva y sus facultades e intensidad defensivas. Henry, que mide 1,93 metros, es el decimoquinto más valorado de la Euroliga (15,97), el segundo en asistencias (7,29) y el primero en recuperaciones (1,74). También promedia 10,5 puntos y 3,2 rebotes por partido.
El norteamericano formará pareja de bases en el Real Madrid con el exbarcelonista Thomas Heurtel, que desde hace meses tiene cerrado un acuerdo con el club blanco para incorporarse al conjunto de Pablo Laso el próximo verano.
El Madrid acaba de perder al argentino Gabriel Deck, que ha hecho las maletas rumbo a la NBA para fichar por los Oklahoma City Thunder —su salida se une a la que el pasado mes de noviembre protagonizó su compatriota Facundo Campazzo para recalar en los Denver Nuggets—, pero a cambio ha ingresado 1,5 millones de euros por la salida del Tortuga. Un dinero que ha permito al club presidido por Florentino Pérez acometer estos fichajes (Henry, Heurtel y Poirier) en tiempos de importante contención presupuestaria debido a la pandemia del coronavirus.