Liderado por Sam Van Rossom, un incisivo Valencia Basket se ha vengado este viernes de la derrota en la Copa del Rey ante el Real Madrid y ha castigado con sus penetraciones el mal partido del equipo de Pablo Laso, descosido en defensa y sin ideas en ataque, para sumar un triunfo que le permite ganar enteros para llegar al Top 8 en la Euroliga (89-78).
Tres triples en los primeros minutos desbrozaron el camino del Valencia en el arranque del choque, pero el equipo de Jaume Ponsarnau, atrevido e incisivo, anotó también de otras maneras, lo que reforzó su confianza y le permitió abrir una pequeña brecha de la mano principalmente del serbio Vanja Marinkovic, que sumó doce puntos. Los puntos de Jaycee Carroll, 15 de los primeros 19 de su equipo, sostuvieron al Real Madrid, pero fueron insuficientes porque además de él solo anotó Walter Tavares en el primer cuarto (29-21, m.10). El peso de la final copera perdida contra el Barça se hacía notar.
La entrada de Mike Tobey le dio al Valencia una nueva opción ofensiva con sus triples y en cambio Carroll no tuvo de inicio recambio más allá de un par de acciones de Fabian Causeur y la ventaja creció a los catorce puntos y obligó a Pablo Laso a parar el partido. Pero nada cambio, su equipo siguió bloqueado y Van Rossom le dio un nuevo impulso a los locales con sus penetraciones. Además, en los últimos minutos el Real Madrid acusó dos golpes, el cambio que pidió Sergio Llull por unas molestias que ya no le dejaron volver a jugar y un triple sobre la bocina del descanso de Klemen Prepelic que elevó a veinte la renta (55-35, m.20).
Los costó a ambos equipos regresar a la pista pero un par de triples, uno de Gaby Deck y otro de Nico Laprovittola, dieron esperanza al Real Madrid, aunque a los visitantes les costó tener continuidad por las pérdidas y los puntos de un sereno Van Rossom dieron aire a los locales, que con esa calma se acordaron de volver a penetrar (71-52, m.30).
La falta de acierto en el tiro del Real Madrid lastró cualquier intento de remontada y concedió al Valencia un plácido final de partido pese a tres triples de Alberto Abalde que maquillaron la derrota de su equipo pero no valieron para más.