El Real Madrid ha vuelto a la acción este jueves con una trabajada victoria ante el Herbalife Gran Canaria (91-73) después de tres meses de parón por el coronavirus, para sumar su primer triunfo en la Fase Final de la Liga Endesa gracias a un comienzo arrollador y un desenlace forjado con mucho oficio.
El equipo de Pablo Laso llevaba 12 victorias seguidas antes de la pandemia y atravesaba uno de los momentos más brillantes de la temporada. Más de 100 días después -como si no hubiese pasado el tiempo- volvieron como si nada hubiese ocurrido. El ritmo, el acierto y la capacidad de dominar a su rival fue incuestionable en el primer asalto.
El vigente campeón de la Liga ACB, que busca este año su triplete nacional tras Copa y Supercopa, firmó un notable comienzo. En apenas dos minutos, Randolph y Laprovittola fusilaron las ilusiones de los canarios (11-2). La metralleta del americano desde el perímetro y el descaro del argentino tiraron por tierra cualquier respuesta insular.
El Real Madrid fue una máquina de precisión, un equipo perfectamente engrasado, eficaz en defensa, espectacular en ataque. Todo salía a los de Laso, cuyos relevos: Jaycee Carroll y Sergio Llull fueron la puntilla para el Herbalife Gran Canaria. El estadounidense, recién renovado por una temporada, hizo lo que quiso en la canasta contraria y el menorquín se fue hasta los 14 puntos en sólo cinco minutos.
Los amarillos apretaron con Matt Costello como único argumento (23 puntos al descanso), el gran responsable de que su equipo no perdiera la cara al partido y de su resurreción, minutos más tarde. Después del 37-16 del primer cuarto, el de Michigan se echó el equipo a la espalda y lideró —con tres triples seguidos— una increíble reacción que apagó, no sin sofoco, el actual campeón.
Costello, con molestias musculares, necesitó descanso en la reanudación, pero Shurna tomó su relevo, Beirán mejoró en defensa y Bourousis cumplió su papel en la pintura. El partido cambió de color y el Madrid intuyó el peligro. Dos buenos contraataques, el último de Rabaseda, dejó el marcador en 62-56. Saltaron las alarmas para Laso y llegó la reacción blanca.
El Granca, por su parte, afrontó el asalto final sin mucha gasolina. Costello se quedó solo en la anotación (26 puntos y 8 rebotes) y el Real Madrid aprovechó el cortocircuito para lograr un parcial de 9-0. Ahí se acabó el partido (77-64), antes de que Carroll y Llull mejorasen sus guarismos para rozar la veintena de puntos y sentenciar el primer triunfo en su camino a revalidar el título.