En 1966 se disputó, el que es para muchos, el partido más importante del baloncesto universitario en Estados Unidos y una de las mayores sorpresas de la historia de este deporte. Ese año, la final la disputaron Kentucky y los Texas Western Miners, los protagonistas de esta historia. Glory Road o Camino a la gloria, es una película de Disney, basado en hechos reales, uno de los muchos que rodearon aquellos años tan convulsos con el racismo y el cambio que se vivía en el país.
Don Haskings entró en el Hall of Fame en 1997 tras conseguir 14 títulos con Texas pero comenzó siendo un entrenador de un equipo femenino y, posteriormente, el primero en alinear a más jugadores negros que blancos en una cancha de baloncesto. Sin recursos financieros, un proyecto deportivo atractivo, Haskings se vio obligado a fichar a los jugadores que nadie quería: a los negros. En total fichó a siete y pese al inconveniente de que Texas era un estado sureño. Es decir, que no tenía ni el apoyo de su afición o de los patrocinados que, al final, caerían convencidos a base de victorias.
Comenzaban con tres jugadores negros y dos blancos. La final, a modo de reivindicación, solo la jugarían los jugadores negros y es que, a medida que llegaban las victorias, también lo hacía el odio hacia el equipo. Uno de ellos, Nevil Shed, recibió una paliza. Eran insultados en muchas canchas y el entrenador recibió amenazas personales contra él y su familia. La fase regular la finalizaron con un récord de 23 victorias y una derrota.
Consiguieron llegar a la final donde les esperaba el mejor equipo del país, los Wildcasts de la Universidad de Kentucky y de un entrenador leyenda como Adolph Rupp. Era un equipo 100% blanco. Rupp defendía un baloncesto donde los negros no tenían cabida y lanzó mensajes en contra de lo que estaba sucediendo esa temporada. De ahí que Haskings alinease solo a jugadores negros en aquella final. Había más en juego que un título universitario.
La Universidad de Kentucky no fichó a un jugador negro hasta 1972 y a un entrenador negro hasta 1997. De nuevo os recomiendo una película basada en hechos reales, en la unión en los tiempos más difíciles y que es para todos los públicos. Una bonita y entretenida historia muy bien lograda ya que las escenas de baloncesto están muy bien conseguidas.