El que fuera alero internacional de la selección española, e integrante del equipo que disputó los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Óscar Yebra, pasó ayer por los micrófonos del programa de esRadio Tirando a Fallar. Y lo hizo desde su habitación en el Zhongshan Hotel de la ciudad china de Dalian, de la que no ha salido en los últimos nueve días, bajo estricto control de las autoridades sanitarias del gobierno chino por la pandemia del Coronavirus.
Pese a encontrarse en perfecto estado de salud y totalmente asintomático, el leonés, al que controlan su temperatura dos veces al día, no puede salir de su hotel, situado a "escasamente diez minutos en taxi de mi casa, donde están mi mujer y mi hijo", según él mismo confirmó en la entrevista. Yebra confirmó que sus últimos "65 días", desde que empezarán las medidas restrictivas en China, "han sido complicados". "La responsabilidad social se apoderó del día a día y aquí cuando toca hacer esfuerzos la gente no escatima", continuó, pese a aclarar que "aquí no te obliga la policía a estar en tu casa, pero todo el mundo lo ha interiorizado y sabe que es lo que debe hacer, así como usar siempre mascarilla o guantes, porque de hecho sigue siendo ilegal ir sin mascarilla por la calle". Todo ello, pese a que en Dalian, con casi cuatro millones de habitantes, ha habido apenas 26 casos y un fallecido por Covid-19, números muy alejados de los que hay a día de hoy en España, donde todavía a no pocos ciudadanos les cuesta asumir su parte de responsabilidad en la resolución del problema.
Durante la entrevista en esRadio, Yebra, que lleva cinco años viviendo en China, explicó también el inicio de su actual confinamiento. Todo se produjo tras fichar como entrenador asistente por los Macao Black Bears. "Justo fiché cuando la liga se había detenido y estaban valorando medidas", explicó. A partir de ahí, todo se complicó. "Me contrataron pero en Macao no podíamos ya entrenar, por lo que nos fuimos a Camboya, donde trabajaríamos y de hecho jugaríamos allí como locales. Hice escala en Shanghai, donde encontré un aeropuerto fantasmagórico, sin apenas gente, y al llegar a Camboya no había medidas de seguridad ninguna, con vida totalmente normal. Tras una semana allí, se canceló la liga y nos mandaron a casa. En mi primera escala en China nos separaron del pasaje, con unas enormes medidas de seguridad, ya se notaba que no era una broma el asunto. Y al llegar a Dalian, tras un exhaustivo examen médico y una entrevista, nos metieron en diferentes autobuses con destino a los hoteles donde estamos desde entonces", relató Yebra en Tirando a Fallar.
Eso sí, el que fuera alero entre otros de Fórum Valladolid y Pamesa Valencia dice encontrarse "cómodo y muy bien atendido", pese a que obviamente no puede abandonar los "6 metros cuadrados" que se han convertido en su actual lugar de reclusión y lo seguirán siendo los próximos cinco días, hasta que se cumplan los catorce establecidos por las autoridades del gran gigante asiático, momento el que podrá reunirse con su familia. Finalmente, Yebra mandó un consejo a España "como quien hubiera viajado al futuro que estáis viviendo y vais a tener". "En el punto en que se está, hay que pedir una responsabilidad social absoluta, dejar de tomarse ciertas libertades y entender que hay muchos portadores asintomáticos, y por otra parte un mensaje de positividad porque esto va a pasar, esperemos, en un par de meses".