Sergio Rodríguez se ha convertido en el nombre más repetido en las últimas horas, tras conocerse que no acudirá al Mundial con España en China, el base tinerfeño también está procurando poner en orden su futuro y ya ha iniciado los primeros trámites para cambiar de aires. Varios medios, El Mundo o Eurohoops, ya han adelantado una información que ya era un secreto a voces: el Chacho no continuará la próxima temporada en Rusia, es decir, dice adiós al CSKA de Moscú dos temporadas después y tras haber cosechado el último título de Euroliga y dos ligas rusas.
El momento en el que estampaba su firma en el nuevo contrato con el CSKA, una de las cláusulas le permitía, en caso de desearlo, ampliar una tercera temporada su contrato. Algo que tras comunicárselo a la cúpula del equipo moscovita, no ocurrirá. Como ya contábamos en Libertad Digital hace unos días, la fecha límite para decidir si continuaba en Moscú era el próximo 12 de julio, sin embargo, tanto club como jugador han terminado poniéndose de acuerdo sin ningún tipo de problemas.
Ahora se abre un mundo de posibilidades para Sergio Rodríguez, quien a sus 33 años de edad ha tocado techo en su madurez baloncestística y ha probado suerte en casi todos los grandes sitios en los que podía jugar. Ahora tiene sobre la mesa –que se sepan– dos opciones en España: la primera de ellas es la del Valencia Basket y la otra de ellas del Unicaja de Málaga. Ambas vistas con buenos ojos tanto por el jugador como por su entorno.
La que parece más complicada –pero no imposible– es la del Real Madrid. Con el reciente anuncio de la llegada de Nico Laprovittola y las fichas de Sergio Llull, Facundo Campazzo y Usman Garuba, parece que el Chacho no tendría sitio en una plantilla repleta de bases y escoltas. Sin embargo, el club blanco siempre podrá presentar oferta, sin derecho de tanteo, pero podría intentar acometer su fichaje para paliar efecto Mirotic.