Joan Plaza (Barcelona, 26 de diciembre de 1963) es un tipo inquieto. Si se permite, dicho de una forma más vulgar, un "culo de mal asiento". Un funcionario de prisiones que no se acomodó y soñó en grande con el baloncesto, mamó de grandes maestros como Aíto García Reneses y Bozidar Maljkovic y terminó volando solo para convertir en una referencia de los banquillos nacionales y europeos. Tras dejar atrás un lustro al frente del Unicaja Málaga, afronta ahora una situación anómala para él desde hace más de dos décadas: la búsqueda de un nuevo trabajo. Durante el Zadar Basketball Tournament concede a Libertad Digital su primera entrevista desde que saliera del equipo costasoleño.
¿Cuánto llevaba Joan Plaza sin un verano así?
Nunca. Desde que empecé mis veranos por suerte siempre han estado ocupados. Y espero no volver a estar como ahora mismo durante un buen tiempo.
¿Qué queda en usted del funcionario de prisiones?
Queda bastante, porque me hace ser pragmático, sobre todo cuando las cosas van mal. Relativizo bastante bien las derrotas, soy capaz de transmitir calma a gente cercana, a jugadores, a mi cuerpo técnico. Me hace tener los pies en el suelo.
¿Sigue manteniendo su plaza?
Sí.
No muchos entrenadores saben lo que es tener un sueldo de, ¿1.500 euros?
Y de 1.200 (sonríe). Es verdad que cuando estaba en prisiones también hacía baloncesto. Quiero pensar que esa puerta no se va a volver a abrir, pero si fuera así no se me caerían los anillos. De hecho cada verano voy a los lugares donde he trabajado a cenar o comer con mis antiguos compañeros. Me permite no olvidar cuál es la realidad de la que vengo.
¿Qué le trae por Zadar?
Después del primer impacto de ver que no iba a poder entrenar este año, el lema que me puse fue que cuando llegue una oferta, si es que llega, me pillará trabajando. No quiero estar en el sofá llorando. Quiero ver partidos en directo, y también ha estado una semana en San Antonio viendo entrenamientos de los Spurs, y luego cinco días en Boston con los Celtics. Lo que quiero, además de dar conferencias o clínics, es que cuando llegue esa oferta, me pille trabajando, ¡Que ojo, igual me toca un año sabático!
La sensación es que en un trabajo como el suyo la competencia es tan atroz que se puede parar un segundo, pero no dos.
Sí. No sé cómo lo van a hacer otros compañeros en paro, pero yo no concibo este parón si no es para resetearme, para adquirir nuevos detalles. Pero también entiendo que haya gente con miedo a poder salir de una hipotética rueda en la que estamos un poco todos.
Me encanta que hable de la rueda antes de que lo haga yo. ¿Existe, no?
Bueno…
Usted ha estado muy dentro de ella.
Sí, sí. Y soy consciente. Pero también he vivido a entrenadores que han estado fuera de ella y han venido a ver entrenamientos míos en Madrid, Málaga o Kaunas. Entiendo que es la manera de no dormirte y también un poco de volver a ubicarte.
¿Qué pasó con el Olympiacos este verano?
A veces hay cosas que se espera que sucedan, pero no suceden y no hay que darle más vueltas. No hay que hablar de lo que al final sólo han sido rumores. Es verdad que parecía una opción muy abierta, pero hay cosas que se escapan o hay mejores opciones. No dudo que David Blatt ha ganado una Euroliga y yo no, aunque haya estado en tres finales de Eurocup ganando dos, y habiendo pasado cosas bonitas allá donde he estado. Pero entiendo que si finalmente tuvieron que elegir y esa dicotomía se dio, que lo cogieran a él.
En todo caso, lo que más me sorprende de todo es que su nombre no haya estado en quinielas de la Liga Endesa, donde ha habido mucho movimiento en los banquillos. ¿A qué se debe?
No sé. Ha habido ocho cambios, creo. Y a mí particularmente por mi agente no me ha llegado nada. Los motivos pueden ser muy diversos y no voy a especular con ellos.
¿Le preocupa el término `año sabático´?
Bueno, una vez asimilado lo sucedido, después de esas dos o tres primeras semanas en las que te impacta un poco, no le doy más vueltas. Estoy preparado mentalmente para que sea un año entero, creo. Y si al final tienen que ser cuatro meses, o tres, no lo sé… No hay ejemplos que me valgan, porque hay entrenadores que se han tomado un año sabático voluntariamente, y otros que lo empezaron y a las tres semanas ya estaban en otros lugares. No quiero pensar en lo que podría darse, sino aprovechar el tiempo al máximo. También quiero pensar en que las cosas pasan por algo, y tras muchos años sin parar de entrenar, esto me servirá para coger ideas nuevas, y de hecho estuve en USA hasta el 16 de octubre, y luego estaré viendo entrenamientos tanto de Euroliga como de Liga Endesa de aquellos colegas que me lo permitan. No quiero parar, quiero pensar, prepararme y no lamentarme.
En su caso, verse sin trabajo debe ser aún más raro. No sólo como entrenador, sino por tener un trabajo estable previo.
Cuando hablas con Obradovic te dice que él también lo ha estado, pero él fue algo voluntario. Otros, como Pianigiani, de Milán, me decía que ha estado más tiempo parado del que voy a estar yo. Yo siempre hago referencia a Manel Comas, que decía que uno no puede considerarse entrenador hasta que no deja de cobrar, lo que me pasó en el Zalgiris, o hasta que no deja de entrenar, que es lo que me ha pasado ahora. Son etapas que casi todos tenemos que pasar. A mí quizá ha tardado en llegarme, pero asumo que es algo lógico por estar entrenando al máximo nivel.
Quizá, además de Olympiacos, al único sitio al que se le pudo ligar de alguna manera fue cuando toda la incertidumbre con el asunto Scariolo con la selección, entre otras cosas porque usted siempre ha dicho que le encantaría ser seleccionador español algún día. ¿Hizo la Federación alguna llamada para cubrirse las espaldas o tantear el terreno ante una posible salida de Scariolo?
A mí directamente no me ha llegado nada.
Quiero preguntarle por su representante, Misko Raznatovic, uno de los personajes más influyentes del baloncesto europeo. ¿Cómo es?
Firmé hace año y medio por él. No tengo ninguna queja de mis agentes anteriores, en absoluto. Pero es cierto que él es alguien que domina bastante bien el mercado europeo. Juega sus bazas, tiene su forma de ser. Yo soy una persona que da muy poco el coñazo. Hay entrenadores o jugadores que probablemente le llamen cada semana, pero yo si puedo evitar llamarlo en tres o cuatro meses, así lo hago. No soy nada pesado. Él es alguien que llama mucho la atención, no sólo por su aspecto físico y su carácter. Pero lo verdaderamente importante con él es si tú eres su primera opción, la segunda o la decimoquinta. Este verano ha habido muy pocos cambios a nivel de Euroliga y el margen de maniobra ha sido muy lento. Creo que está contrastado que él trabaja bien y espero que así lo hagamos el tiempo que nos quede juntos.
Hablemos de su etapa en Málaga. Del último año siempre he pensado que la temporada en la Euroliga es de notable alto para la plantilla que tenía pero que en la Liga Endesa quizá la cosa flojeó un poco más. Además en la Copa tuvo al Madrid casi noqueado y al final se le escapó. ¿Qué balance hace?
Cuando empezamos el año hablamos con el equipo, jugadores y directivos que en la primera Euroliga, esta nueva Euroliga tan exigente en cuanto a partidos, y con ritmo NBA de entrenamientos, se habían quedado fuera de los playoffs equipos como el Barcelona, Maccabi, Zalgiris o Milan. Muchos equipos con grandes presupuestos. Para nosotros, que teníamos bagaje en Euroliga pero desde luego no en este formato, estar décimos o decimoprimeros ya hubiera sido la hostia. Pero no fue así, sino que fuimos novenos por delante de gente con mucho más presupuesto: Valencia, Barcelona, Maccabi o Milán. A nivel de Euroliga fuimos capaces de jugar muy bien. Nos habían advertido del factor cansancio y yo creo que lo solucionamos bien, pero nos llegó de golpe en el último mes en la Liga Endesa. Estuvimos relativamente cerca de todo, y sin hacer una temporada boyante, creo que la sensación de lo que hicimos el año pasado fue muy buena. Quedar a un puesto de playoff en la Euroliga y ver cómo jugadores han sido capaces de dar un paso adelante y firmar grandes contratos era un poco la filosofía que teníamos.
¿Le ha quedado algo por hacer en Málaga?
Estoy muy contento. No pude hacer un balance a final de temporada, esta es la primera entrevista que hago desde que salí. Cuando llegué a Málaga había muchas preocupaciones. Una era recuperar al público, también que hubiera jugadores de la cantera en el primer equipo. Algunos se fueron a la NCAA, otros a la NBA, y alguno a equipos de Euroliga. Y luego había que recuperar la regularidad para estar siempre en playoff y Copa del Rey. Pero el mayor reto era recuperar que hubiera siempre casi 9.000 personas en el Carpena con ilusión y creo que lo hicimos con creces. El balance es bueno, he salido siendo mejor entrenador, he aprendido mucho y he dejado grandes amigos. Y espero que la vida me permita volver en unos años. Ahora hay un buen equipo, un buen entrenador y seguro que les irá bien.
Hablemos de aquella final de Eurocup ganada en 2017, ante un Valencia Basket que parecía tenerles comida la moral y tras quedarse prácticamente sin pívots con la expulsión de Alen Omic yendo por detrás en el marcador. Todo parecía en contra, ¿Cómo se gana ese partido?
Yo creo que lo levantamos porque habíamos visualizado que éramos capaces de hacerlo. No en ese partido, sino antes. Nos pasó algo parecido en la ronda previa con el Bayern de Munich. Nos ganaron el primero en su campo y les remontamos también, ganando el tercero en Munich. Yo creo que allí entrenadores y jugadores fuimos capaces de visualizar que podíamos sobreponernos al factor cancha. Y pasó con Bayern, Lokomotiv y Valencia. Y creímos que eso era factible, incluso faltando un jugador como Musli, con la expulsión de Omic, con varios jugadores tocados y una afición muy dura como es la de Valencia en contra. Si llegábamos al último cuarto a menos de diez puntos, éramos capaces de remontar y ganar. Nos había pasado en Munich y también ante Madrid y Barcelona en la liga. Ese trabajo de ver el partido antes de jugarlo creo que fue definitivo para poder ganar.
¿Qué sensaciones le ha dejado la implantación del paso cero?
Yo era muy partidario en las reuniones, sobre todo las de Euroliga, también alguna de ACB, de poder tener esta norma porque antes de usaban mucho los reversos y se penalizaron. Es verdad que alguien de forma muy subjetiva puede levantar los pies, pero se acogieron a una norma para no tener problemas y todos los reversos se castigaron. Este gesto y muchos otros se han recuperado, y para mí esto es baloncesto. Debemos ser papistas, pero no hasta cercenar el espectáculo a la gente y los espectadores. Todo lo que vaya en bien del espectáculo del juego creo que es positivo.
¿Qué opina de este nuevo movimiento asociativo de los jugadores de Euroliga liderado por Bostjan Nachbar?
Esta es una propuesta que ya hizo el año pasado la Euroliga, tanto a entrenadores como a jugadores.
¿Por tanto es la patronal la que auspicia la creación del sindicato?
Sí, así es. En la reunión del año pasado se propuso sindicar los dos grandes grupos. Todo lo que sea defender los derechos de jugadores, entrenadores, preparadores físicos y hasta delegados si me apura creo que es bienvenido. Obviamente todo en su justa medida. Quizá estamos tomando como referencia aspectos NBA, y si todo eso es beneficioso para el bien común, bienvenido sea.
Hace ya mucho de aquello, pero me gustaría desclasificar un archivo. ¿Cuándo Sergio Llull ficha por su Real Madrid esperaba este tipo de jugador en el que se ha convertido?
Teníamos un informe de alguien muy cercano que había estado en Manresa. Estaban Raúl López y Tunceri en el primer equipo, y recuerdo una reunión en la que hablamos Alberto (Herreros) y yo, no sé si Antonio (Martín) y Juan Carlos Sánchez. Era una apuesta de futuro y sin mucho riesgo. Yo tenía muy buenos informes suyos, en el sentido de ser un jugador muy profesional, a la antigua usanza, de estos que les gusta entrenar, de los que se quedan a entrenar después. Recuerdo haberlo visto ya siendo un base defendiendo a Nocioni jugando de 3, y eso le gustó mucho a Alberto Herreros. Era alguien a quien podías pedirle lo que quisieras, un todoterreno, como ha demostrado después. Fue una apuesta que visualizamos todos y que luego ha dado un rendimiento brutal gracias no solo a lo que hicimos entonces sino a Messina, Laso y los que lo han entrenado después. Es además una persona muy identificada con el club y la ciudad, y obviamente fue un acierto. Me alegro mucho por él por su punto de humildad constante.
¿Cómo cree que va a ser su primer año completo tras la lesión? Es alguien que necesita mucho tener sus piernas al 100%.
Lo que creo es que ha sido muy prudente. En esta lesión, y he tenido muchos jugadores que la han pasado, la tendencia a mitad del proceso a pensar que puedes ya reincorporarte es muy alta. Y si te guías por tus sensaciones te meterías casi tres meses antes. Él ha estado muy bien aconsejado en Madrid por los fisios, como Samu Castillo, por Juan Trapero (preparador físico), por los médicos. Han hecho bien en tenerlo frenado hasta el último momento. Han apurado del todo y yo creo que si no está ya al 100% en muy poco lo va a estar. Él es alguien muy prudente y es normal que en una lesión como esta se cuide más si cabe.
Hablemos un poco de la Euroliga, ¿Cómo ve a los equipos españoles?
Yo creo que el Madrid es el candidato número uno a ganarla. Se ha reforzado bien, manteniendo la misma estructura y columna vertebral. Creo que son favoritos sin duda. Veo a CSKA y Fenerbahce y creo que el Madrid va un paso por delante de ellos. A ver, hay una serie de jugadores, como Llull o Felipe, que no se cansan, son killers. Fueron a la Supercopa a ganarla y la ganaron. Son competidores constantes. De Campazzo qué decir. Hay mucho jugador con instinto de killer. Yo creo que ellos son sus principales rivales, aunque obviamente CSKA y Fenerbahce estarán en ese triunvirato de grandes favoritos. Zalgiris creo que será competitivo también, por mantener su exitosa estructura del año pasado.
Del resto de españoles, ojala que Baskonia sea capaz de llegar a esa Final 4 jugándola en casa. Sería un gran premio y están haciendo las cosas bien. El Barcelona ha regenerado mucho la plantilla y obviamente ellos tienen muchas ganas de volver a jugar la Final4, con muy buenos jugadores y un buen entrenador. Y el Herbalife Gran Canaria, siendo un outsider de los que quizá la gente crea que no es capaz, no será la primera vez que nos demuestre a muchos ser capaz de, sobre todo en casa, y por la falta de respeto que algunos equipos le puedan tener en la Euroliga, hacer una gran competición. Un poco en la línea de lo que hablábamos antes, si son capaces de hacer una decimosegunda o decimotercera posición y compiten bien en todas las canchas, sobre todo en casa, compaginándolo con lo dura que es la Liga Endesa, habrán hecho una gran temporada. Creo que van a jugar sin presión de tener que hacer nada, disfrutarán del sueño de estar en la Euroliga, y tengo la sensación de que harán una buena temporada.