El Real Madrid venció al Brose por 106-86 y se enfrentará al Panathinaikos en los cuartos de final, con el factor campo en contra, pues, pese a su victoria, la del Panathinaikos y la derrota del Olympiacos le condenaba.
De todas las opciones posibles en las últimas jornadas, la peor, la tormenta perfecta, fue la que finalmente sucedió. Victoria del Panathinaikos, en la prórroga en Milán, y triunfo del Zalgiris en la pista del Olympiacos, y también en la prórroga.
El Madrid, que tenía pensado jugar un partido importante en el que la victoria se pagaba con el cuarto puesto y el factor campo, pasó a jugar un encuentro on poco o nada en juego. Ganara o perdiera era quinto. Eso si, la victoria le enfrentaría al Panathinaikos y la derrota al Olympiacos.
Laso ya lo comentó antes del partido: "El partido ha perdido toda su trascendencia. Miraremos al futuro". Sin tensión, sin casi nada en juego y sin defensas, el partido comenzó con un Anthony Randolph desatado anotando los 11 primeros puntos del equipo con un triple, dos mates en contragolpe de uno contra nadie y tres robos de balón.
El Brose se sintió cómodo en este estado de cosas y comenzó a jugar fluido con Dejan Musli y Dorell Wright como puntas de lanza en la anotación.
Baste decir que el Madrid capturó 3 rebotes, ninguno en ataque, y que el equipo alemán logró 8, 5 en ataque. El marcador del primer cuarto no dejó lugar a dudas, 27-28.
En el segundo acto, el Real Madrid pareció dejarse ir en los primeros instantes (29-35, m.12), pero después, con la entrada de Felipe Reyes y Rudy Fernández, volvió a tener un mínimo pulso vital, aunque se siguió defendiendo con la vista y las ayudas fueron esas extrañas que nunca aparecen cuando las necesitas.
El marcador pasó a igualarse, 43-43 (m.16.30), y finalizó con un 53-50 tras veinte minutos de poco juego y muchas canastas.
El Brose siguió cerradito atrás, en la reanudación del juego, con una cautelosa zona, mientras que Laso repartió minutos de forma homogénea y preservó a Edy Tavares y a su lastimado tobillo. No había ninguna necesidad de arriesgar.
Sin hacer ningún alarde, el Real Madrid alcanzó la decena de puntos de ventaja, 68-58 (m.25), gracias a una ligera defensa, con presión tras canasta, que el Brose apenas pudo superar. Y finalizó el tercer cuarto con 82-69.
Lo más positivo del partido fue la reivindicación de Randolph, que tuvo una actuación de MVP con 23 puntos (4-6 de dos, 4-4 de tres y 3-4 en libres), 5 rebotes, 4 asistencias, 5 recuperados y un tapón para 38 puntos de valoración.
El Madrid batió su récord anotador de la temporada y se enfrentará al Panathinaikos, aunque lo de jugar primero en Atenas no lo tenía previsto.
Ficha técnica:
Real Madrid, 106 (27+26+29+24): Causeur (5), Randolph (23), Doncic (12), Ayón (14) y Taylor (6) -equipo inicial-, Rudy (10), Randle (4), Carroll (19), Yusta (3), Reyes (8) y Thompkins (2).
Brose Bamberg, 86 (28+22+19+17): Wright (11), Zisis (8), Mitrovic (3), Lo (7) y Musli (16) -equipo inicial-, Nikolic (3), Staiger, Olinde (5), Radosevic (4), Rubit (12) y Hackett (17)
Árbitros: Milivoje Jovcic (SRB), Ioannis Foufis (GRE) y Amit Balak (ISR). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima y última jornada de la primera fase de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 9.468 espectadores.