Aleksej Nikolic (Postojna, Eslovenia, 21 de febrero de 1995) es un tipo tímido viviendo en una burbuja probablemente inesperada. El triunfo de su selección en el Eurobasket 2017 ha supuesto una de las grandes sorpresas de la historia reciente del baloncesto, propiciando que a este escolta del Brose Bamberg alemán aún le brillen los ojos cuando recuerda el gran momento del deporte de su país. Durante la pretemporada de su equipo, en pleno Zadar Basketball Tournament, Nikolic, impresionado con el talento de Luka Doncic, y que se ruboriza al comparar lo logrado con la gran generación de baloncestistas eslovenos, charla con Libertad Digital sobre las sensaciones vividas en el último mes.
P:¿Cómo se siente un campeón de Europa?
R: Buff. Sinceramente, no tengo muy claro cómo describirlo. Simplemente, sientes que estás feliz, has conseguido ese gran objetivo, y es especial por ser tu selección. Jugar para tu equipo nacional es algo más, representar a tu país. Ha sido un trabajo muy duro, y ganar todos los partidos… Ha sido increíble. Estoy muy feliz de que lográramos conseguir ese hito histórico.
¿Cree que le va a cambiar la vida?
La verdad es que no he pensado sobre eso, sólo estoy feliz por lo mucho que hemos trabajado cada día. Espero que sea un empujón de confianza para mí a partir de ahora.
Su triunfo ha sorprendido a casi toda Europa. ¿A ustedes también?
Para nosotros, el gran objetivo era ganar una medalla, porque durante años la federación y los jugadores mayores que nosotros no han podido ganarla, aunque siempre hemos tenido grandes jugadores en la selección. Por eso el objetivo era una medalla. Desde el inicio de la preparación sabíamos de nuestra capacidad, de lo que podíamos hacer, lograr algo así, pero no nos pusimos mucha presión encima. Simplemente salíamos y jugábamos. Igor (Kokoskov) nos decía que nos divirtiéramos y que fuéramos partido a partido. Con el torneo, fuimos jugando cada vez mejor, sintiendo esa confianza, y pensando que podíamos lograr un resultado realmente bueno. Antes de la semifinal sólo nos dijimos que ya no podíamos parar, que había que seguir así, divertirnos, y que las cosas llegarían. Y eso hicimos. Ya en la final, pues eso, era la final. Sólo quedaba darlo todo, teníamos mucha confianza en que podíamos seguir yendo a tope.
Esa final la ganan sin Dragic y Doncic en los últimos minutos. Fue como un cuento de hadas
¡Sí! Creo que fue una sorpresa para el mundo del baloncesto. Por desgracia, Luka (Doncic) se lesionó a mitad del tercer cuarto, fue un palo, pero pensamos que podíamos seguir teniendo confianza, haciendo cosas, así que no nos vinimos abajo. Era la final, y en las finales suceden cosas. Luego Goran (Dragic) también se perdió el final, estaba muy cansado, después de ser el mejor del partido. Pero fue positivo, incluso aunque él no podía jugar, nos decía "¡Seguid, seguid, hasta el final, vamos a ganar esto, seguid creyendo!", sin importarle quién faltaba. Fue un auténtico líder, y eso nos dio confianza para ganar.
¿Dónde estuvo la clave eslovena en el torneo?
Creo que la química que creamos en el equipo, que nos generó confianza. Todos sabíamos nuestro rol en el equipo, lo que podíamos hacer. Todo el mundo entendió y respetó eso. Y eso hicimos. No nos preocupaba quién iba a jugar bien, o quién iba a anotar, no. Todo lo que queríamos era ganar la final, y eso era lo único que preocupaba al grupo. Claro que Dragic era nuestro líder, y con Doncic y Randolph eran nuestras referencias. Entendimos eso. Ellos sabían que tenían ese papel, y el equipo al completo se centró en ello, así es como jugamos. Creo que esta fue la clave principal.
¿Es realmente imposible convencer a Dragic para seguir con la selección?
No lo sé. Ya antes de venir decía que era su último año, que no iba a jugar más. Sinceramente, es su decisión, le podemos decir mucho, pero si realmente piensa que tiene que dejarlo, que no quiere seguir, tenemos que respetarlo. El trabajo ya está hecho, hemos ganado el campeonato. Sólo queda agradecerle lo que ha hecho por nosotros.
¿Cómo es jugar con Luka Doncic?
Luka es… No tengo palabras para él. Ha mostrado ya el pasado año en la Euroliga que su talento es increíble, tiene potencial para ser uno de los más grandes de Europa, ya le están comparando con Petrovic, Kukoc. Tiene un panorama enorme delante de él, y tiene muchas ganas de crecer, eso lo mejor de él. Él ha entendido eso y creo que cada vez va a ser mejor. Es muy maduro, juega como un veterano, y desde luego, para nosotros ya era una referencia dentro del equipo, como dije antes. Y una gran parte de nuestro éxito.
Maduro en la pista... ¿Y fuera de ella? Aún no es más que un adolescente.
¡Claro, sólo tiene 18 años! Quizá a veces se nos olvida, pero es así. Es una persona muy normal, muy buen tío.
¿Recuerda la primera vez que oyó hablar de él o le vio jugar?
Le conozco desde hace años, de las categorías inferiores de Eslovenia. Desde muy joven. Yo no recuerdo cómo jugaba, pero sí que todo el mundo decía que este chico iba a ser muy especial. Un día vi en las noticias que lo fichaba el Real Madrid, y pensé que era lo mejor para él.
¿Cómo se comporta en el vestuario? ¿Actúa como un líder pese a su edad?
¡Sí, sí! Es decir, todos teníamos muy buena comunicación, pero sí, él era uno de los líderes. Dragic también, claro.
¿Qué me dice de Igor Kokoskov? Pese a su gran trayectoria en la NBA, realmente no es muy conocido en Europa.
Es un entrenador muy tranquilo, todo el mundo dice eso de él. Realmente le gusta tenerlo todo bajo control. Ve todo lo que está pasando y reacciona perfectamente. Sabe muchísimo de baloncesto, lleva muchos años en la NBA. En Europa sólo es conocido por haber sido seleccionador de Georgia, pero también con ellos hizo buenos campeonatos. No es nuevo que es bueno en lo que hace. Simplemente nos dijo "chicos, estoy aquí para ayudaros, para guiaros, os lo pondré fácil para que sólo tengáis que jugar". Y eso es lo que hizo. Desde luego, ha sido una gran experiencia trabajar con él.
En España, al descanso de la semifinal, el análisis era que ustedes en algún momento tendrían que bajar sus porcentajes, con ese enorme 10 de 15 en triples, y que sería el momento de España. Pero no ocurrió eso.
(Risas). Sí, empezamos tirando muy bien, estábamos calientes. Básicamente, era el baloncesto que queríamos hacer, con eso lo dijimos todo sobre la cancha. Nos pasábamos mucho y bien el balón, y encontrábamos al compañero desmarcado. El entrenador nos dijo que lanzáramos esos tiros siempre con confianza si estábamos solos, o si había un compañero mejor situado que lo buscáramos. Esta fue nuestra mentalidad todo el torneo. Es normal que en España esperaran que bajáramos el acierto en el tiro, pero seguimos con la misma confianza en nuestro tiro, incluso aunque tuvimos suerte en alguno, metimos alguno a tablero, pero creo que la suerte está con los equipos buenos.
Todo el mundo ha hablado de Dragic, Doncic, Randolph, y hasta de Prepelic. Pero, ¿cómo de importante ha sido el trabajo de Gasper Vidmar?
Mucho. Ha sido nuestro pívot titular, sin duda, y su presencia en defensa… Digo primero en defensa porque es enorme, y fuerte, fue capaz de modificar muchos tirosde los rivales, y quizá por eso nuestra defensa fue tan contundente. Y en ataque su trabajo con los bloqueos, haciendo pantallas, y también con buenos momentos en el poste… Ha hecho un torneo alucinante. Le tenemos que dar mucho crédito por todo lo que ha hecho.
¿Qué significa el baloncesto en Eslovenia?
Como le dije, hemos tenido jugadores muy importantes, muchos en la NBA. Primero Marko Milic, luego Beno Udrih, o Rasho Nesterovic. Otros muchos en Europa. El baloncesto es importante para nosotros. Creo que por eso siempre tuvimos confianza en que teníamos un buen equipo. La gente viene desde Eslovenia a cualquier lugar a vernos jugar, el baloncesto es algo muy importante en el país. Especialmente ahora, con Dragic siendo uno de los mejores bases de la NBA, con Doncic mostrando su talento en Europa, la gente vendrá aún más.
Hasta ahora, la generación dorada del baloncesto esloveno podía ser la que usted cita, con los Nachbar, Lakovic, o Lorbek. Pero ahora ya son ustedes, no hay duda.
Bueno… (se ríe y mira al suelo, avergonzado). ¿Qué puedo decir? Como dije antes, la generación anterior tuvo buenas oportunidades de ir a por medallas. Supongo que este año todo el equipo hizo ese click, aprovechamos la situación que teníamos, jugamos como un verdadero equipo, y estuvimos centrados en ir a por una medalla en todo momento. Estamos muy felices porque pensamos que merecimos esa medalla.
¿Cómo ha sido la adaptación de Anthony Randolph?
Es un enorme profesional, entendió que tenía que ser cercano a nosotros, que todos debíamos conocernos bien los unos a los otros, para que todo fuera más fácil también para él. Hemos hablado todos mucho con él, para explicarle cómo es nuestro baloncesto, cómo somos nosotros. Creo que conectamos bien desde el primer momento, él realmente quería hacer eso, y estaba aquí para conseguir un gran resultado, y al final todo funcionó, como ese cuento de hadas del que hablábamos antes. Estamos muy contentos de que esté con nosotros, y estoy seguro de que él también lo está.
¿Sabe decir algo en esloveno?
Intentamos enseñarle algunas cosas, pero… no (risas). Creo que necesitaría pasar más por Eslovenia para aprender.
De cara a esta temporada, continuará usted en Brose Bamberg, donde ha habido muchas bajas muy importantes este verano. ¿Cómo lo ve?
De todas formas hemos incorporado a buenos jugadores, con calidad y experiencia. Tenemos que conjuntarnos todavía, crear esa confianza necesaria, y creo que podemos volver a hacer una buena temporada. Los nuevos son buenos tíos, por lo que confío en que habrá buena química. Pienso que volveremos a hacer una gran temporada. El entrenador sigue siendo el mismo, haremos un buen trabajo.
¿El objetivo vuelve a ser meterse en el playoff de la Euroliga y ganar la Bundesliga, o algo ha cambiado?
Sí, creo que esas son las metas, como el año pasado. No debemos sobrepasar nuestras expectativas, presionarnos en exceso. Simplemente jugar un partido, luego el siguiente, y acabar haciendo una buena temporada. Creo que todo va a ir bien.