El Eurobasket se terminó y los jugadores volverán a sus respectivos equipos para comenzar con la preparación de la temporada que comienza. Muchos partirán a sus destinos al otro lado del charco, mientras otros –la mayoría– permanecerán en el viejo continente. En todo este panorama destacan dos nombres por encima del resto: Luka Doncic y Anthony Randolph que, tras proclamarse campeones de Europa con Eslovenia, han visto aumentado su caché.
El primero de ellos, la joven perla de la cantera merengue, prácticamente tiene los billetes con rumbo a la NBA comprados. El año que viene, cuando cumpla los 19, podrá presentarse al draft y, por ende, las franquicias norteamericanas ya se están frotando las manos.
"El año que viene estará en Madrid. Luka tiene 18 años. Es su decisión. Probablemente, él se va a ir rápido a la NBA. Pero la gente en el Madrid no tiene que preocuparse. El Madrid tiene una buena escuela de jugadores jóvenes y seguro que en cualquier momento saldrá el próximo Luka", advertía el padre del esloveno hace escasos días.
Con medio mundo baloncestístico haciendo scouting para ver jugar a la joven promesa y su padre confirmando de primera mano las intenciones de su hijo, parece cantado que Laso deberá hacer planes de futuro sin Doncic.
Pero la historia no queda aquí. Tras la final del europeo, Anthony Randolph (norteamericano, nacido en Alemania y con pasaporte esloveno) se dejó querer más de la cuenta. En declaraciones a ESPN el ala-pívot dijo esto: "Ahora encajo a la perfección, ¿cierto? Pero no regresaré solo para decir que he vuelto. Necesito saber que voy a contar con un rol determinado y sentir que puedo ayudar al equipo y disponer de minutos. No quiero estar en el banquillo, sino jugar. Tengo una fantástica situación en Europa. Lo que tenga que llegar, llegará", reflexiona.
Su historia es bien diferente a la de Doncic. Randolph fue elegido en el draft de 2008 por los Warriors, pero su estancia en la NBA fue menos fructífera de lo esperado. Su físico (no sabían si ponerle de alero o ala-pívot) y su pasividad sobre el parqué, no enamoraron a los mandatarios de la franquicia de la bahía de San Francisco e inició un periplo por varios equipos: Knicks, Timberwolves, Denver Nuggets y Orlando Magic.
Finalmente voló a Europa de la mano del Lokomotiv Kuban en 2014, llevándoles a la primera Final Four de su historia en Euroliga y realizando un extraordinario papel que le sirvió para que el Madrid lo fichase.
Pese a las palabras de Kokoskov, seleccionador esloveno y ayudante de los Utah Jazz, y de su compañero Dragic, "Debería estar en la NBA", Randolph renovó con el club merengue hasta 2020 con cláusulas que benefician al jugador y al Real Madrid.
Dos piezas claves para el esquema de Pablo Laso que podrían sucumbir a la tentación de marcharse a la mejor liga del mundo.