Habitualmente encarar un campeonato de cualquier deporte es como echar una moneda al aire. Muchos factores a tener en cuenta, muchas cosas en la cabeza, muchos matices para que la suerte te acompañe. La selección española femenina de baloncesto encara desde este viernes en la República Checa el Europeo con muchas opciones de estar arriba. No en vano desde que Lucas Mondelo (Barcelona, 1967) se hiciera cargo del combinado nacional, en 2013, la selección no se ha bajado del podio (Oro europeo en 2013, plata mundial en 2014, bronce europeo en 2015 y plata olímpica en 2016). Con lo cual, hay que esperar lo máximo de un tipo que siempre da lo máximo.
Atiende a Libertad Digital y esRadio ya en la concentración de una selección con enormes opciones de protagonizar otra gesta. El europeo te exige dar todo en poco tiempo. Nueve días de incansable esfuerzo. " El grupo es exigente, Hungría, Ucrania y los anfitriones, pero hay que ir a por todas. Sorteando obstáculos. Por ejemplo, el sábado jugamos a las tres de la tarde que es una hora inapropiada siempre para nosotros, y además después de terminar a las diez y media de la noche del viernes. Es lo que hay y tenemos que afrontarlo".
Habla Mondelo de su selección, la que no se baja del pedestal desde que un fallido Europeo en 2011 en Polonia, con José Ignacio Hernández, nos dejara sin Juegos Olímpicos de Londres. "Hacemos algunas variaciones. Desde 2012, seis jugadoras han cambiado en la selección y no nos bajamos del podium. En 2013 se fueron Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro y fue duro de asimilar pero son etapas. Lo hemos superado con creces y tenemos un gran grupo".
Laia Palau, Marta Xargay, Alba Torrens, Silvia Dominguez, Anna Cruz, míticas ya en el combinado, Sancho Little, Laura Nichols, tradicionales ya en el grupo. Junto con las jóvenes de este año, Bea Sánchez, Leticia Romero, María Conde. Toda una mezcla para hacer un bloque compacto, algo que obsesiona a Mondelo. "Desde el grupo sabremos hacer algo más. Desde el colectivo, llegaremos hasta los objetivos, como hemos hecho siempre".
Mondelo quiere alargar su año feliz con una medalla europea. "Ojalá me llames el día 25 con un oro bajo el brazo. Es soñar, pero ojalá lo hagais (risas)". Porque el barcelonés ha sido campeón de Europa con el Dinamo de Kursk ruso. Allí ha coincidido todo el año con Anna Cruz, pero en la Euroliga ha coincidido con casi media selección porque nueve de las convocadas han jugado la máxima competición este año.
Para llegar victorioso al domingo día 25, un camino lleno de espinas que arranca este viernes ante Hungria. Luego Ucrania (sábado) y Chequia (lunes). Si quedas primera de grupo, directa a los cuartos del jueves 22. Si no, un cruce de octavos, que es como una final. "Ese partido nos obligaría a jugar el martes para decidir nuestro futuro a cara o cruz, sin embargo pasar directo, supondría un mayor descanso. Esto es lo que tiene jugar en nueve días un campeonato así" nos cuenta Mondelo, que continua "el oro puede reducirse a Francia, Serbia, Rusia, porqué no nosotros, pero para la medalla puede haber siete u ocho equipos. Hay mucha igualdad".
Una igualdad que habrá que gestionar desde el primer día. Perder en el debut te obliga a ir contracorriente. Ganar, sin embargo, te invita a soñar. La plata olímpica acabó de poner a este grupo de jugadoras en el panorama. Hay que tratar de no desaparecer porque el pasado en el deporte, ya lo sabemos, no cuenta.