El Real Madrid completó este domingo una semana fantástica, que comenzó con sus dos victorias en la Euroliga, ante el Panathinaikos (87-84) y el Barcelona Lassa (63-102), con un triunfo a domicilio ante el Herbalife Gran Canaria que le permite mantenerse como líder de la Liga Endesa.
El mexicano Gustavo Ayón, el argentino Andrés Nocioni, Sergio Llull y el esloveno Luka Doncic fueron los artífices de la victoria del equipo de Pablo Laso en Las Palmas.
El Herbalife Gran Canaria no pudo dar la sorpresa ante el líder en un encuentro muy igualado hasta el último cuarto, en el que el equipo visitante, con un inspirado Andrés Nocioni, sumó dos nuevos puntos y su séptima victoria en esta competición.
Apenas 36 horas después de sufrir una de las peores derrotas de la historia ante el Real Madrid (102-63) en la Euroliga, el Barcelona Lassa recobró las constantes vitales ante un inofensivo Movistar Estudiantes, que maquilló el resultado al final (92-80), después de haber ido perdiendo por 34 puntos.
Un parcial de 18-2 de los azulgrana entre los últimos minutos del primer cuarto y los primeros compases del segundo dejó el partido visto por sentencia antes del descanso para los de Georgios Bartzokas, que recuperaron la confianza perdida tras los últimos dos pinchazos europeos.
El Iberostar Tenerife sumó su séptima victoria de la temporada y cada vez está más cerca de la clasificarse para la Copa del Rey de Vitoria, esta vez ante el Montakit Fuenlabrada, frente al que logró el triunfo más amplio de su historia en Liga Endesa al vencer por una renta de 46 puntos (96-50), superando el +35 de su anterior tope.
El conjunto de Txus Vidorreta jugó a un buen nivel y pronto, en los primeros instantes del segundo cuarto, empezó a controlar el partido y a marcar diferencia ante un adversario que no estuvo acertado en ataque y su defensa no fue todo lo intensa que requiere un partido de este tipo.
El MoraBanc Andorra se impuso el sábado al Rio Natura Monbus Obradoiro por 91-87 en un encuentro intenso y se mantiene invicto en casa en lo que va de temporada, con cinco partidos en el Poliesportiu y cinco victorias.
El Baskonia reaccionó a tiempo y superó al Tecnyconta Zaragoza por 101-92 en un gran tiempo extra en el que endosó un parcial de 14-5 para llevarse el encuentro.
El conjunto aragonés estuvo muy cerca de conseguir su primera victoria de la historia en el Buesa Arena, pero el equipo vitoriano consiguió rehacerse con cuatro jugadores por encima de los 10 puntos.
El Palau Olímpic de Badalona volvió a ser un fortín para el Divina Seguros Joventut que consiguió su tercera victoria (86-84) frente a un Valencia Basket al que se le siguen atragantando los partidos lejos de la Fonteta de Sant Lluis.
Los verdinegros, liderados en el último cuarto por Sergi Vidal y Albert Sàbat, volvieron a estar a un gran nivel, como ya sucediera hace dos jornadas contra el Unicaja también en Badalona, y volvieron a salir ganadores en un final a cara o cruz.
El Valencia Basket pudo llevarse el triunfo si Antoine Diot hubiera anotado el triple de que dispuso a dos segundos del final después de que Sergi Vidal, capaz de lo mejor y de lo peor en pocos segundos, perdiera un balón al sacar de banda en campo rival.
El capitán Alex Mumbrú y el poderoso Micheal Eric arrollaron sin miramientos al colista, el ICL Manresa, en el Bilbao Arena de Miribilla (91-76) y frenaron la mala racha de las últimas semanas del RETAbet Bilbao Basket, que había perdido seis de sus siete últimos partidos.
Mumbrú completó un partido impropio para un jugador de 37 años, un recital de juego que cerró con unos números espectaculares: 22 puntos, 4/6 T3, 8 rebotes, 7 asistencias, 5 robos y 36 valoración. Y eso que falló dos tiros libres al final que le habrían llevado a 40 de valoración. La ovación de gala que le regaló Miribilla, al grito de 'MVP' resume el encuentro del campeón del mundo.
El UCAM Murcia rompió en Sevilla su racha de cinco derrotas seguidas en liga al endosar una auténtica paliza (77-103) a un Real Betis Energía Plus sin alma y muy desacertado, que defraudó a su afición, sobre todo al anotar sólo tres puntos en el segundo cuarto de un choque en el que fue apabullado.