La selección española de baloncesto, que había perdido los dos primeros partidos, logró este jueves su primera victoria en el torneo olímpico de los Juegos de Río de Janeiro al derrotar a Nigeria por 87-96 en la tercera ronda del grupo B. El equipo de Sergio Scariolo sufrió muchísimo para tumbar al campeón africano, tras 40 minutos en los que los españoles no resolvieron los muchos interrogantes dejados ante Croacia y Brasil.
El nigeriano Chamberlain Oguchi, con 24 puntos, fue el máximo anotador de un partido que arrancó sin público por la detonación de una bolsa sospechosa, hecho que provocó que se iniciara sin nadie en las gradas. Una vez resuelto el peligro, la seguridad permitió el acceso a las gradas a una parroquia que tomó claramente partido por la selección africana.
El encuentro, que España dominaba con claridad tras el primer cuarto (11-25), comenzó a complicársele al vigente subcampeón olímpico en el segundo, en el que Nigeria le colocó un parcial de 30-18, por lo que al descanso la ventaja hispana se redujo a sólo dos puntos (41-43).
Pese a que la actividad defensiva de Ricky Rubio y Rudy Fernández permitió a España volver a elevar la ventaja hasta los catorce puntos en el tercer periodo, el bombardeo desde el perímetro de los nigerianos hizo a la cenicienta del grupo dominar tras el treina minutos (66-65) empezando a generar cierto ambiente de sorpresa, ante una España cuyo máximo anotador fue una vez más Pau Gasol con dieciséis puntos.
En los últimos diez minutos fue la vieja guardia española quien salió al rescate. Los mejores minutos de inspiración ofensiva en el torneo de Juan Carlos Navarro dieron aire a España que, pese al empuje nigeriano, supo mantener no sin sufrimiento su ventaja merced al buen hacer de Pau Gasol y Felipe Reyes en los minutos decisivos.
Tras este triunfo, España sigue necesitando vencer a Lituania y Argentina en sus próximos partidos, si no quiere hacer las maletas demasiado pronto en la cita olímpica. Los de Scariolo sacaron adelante un partido complicado, pero no terminaron de hacer desaparecer algunos de sus fantasmas. La catarsis tendrá que llegar ante los bálticos.