Sao Paulo, con sus 36ª de temperatura pese a estar en otoño y el Bauru, como campeón de la Liga de las Américas, recibieron con una profunda admiración al Real Madrid. Precisamente esta misma ciudad y este Pabellón, el Gimnasio de Ibirapuera, fueron testigos allá por el año 81, de la última Intercontinental conquistada por el equipo blanco. "Hace demasiados años" como recordaba Luyk desde la grada.
El Real Madrid se entrenó con toda la plantilla al completo por segunda vez desde el inicio de la pretemporada, incluido Rudy Fernández, aunque Jeffery Taylor arrastró molestias que le harán ser duda hasta el último momento. Pese al cansancio acumulado por todos los internacionales tras el Eurobasket y el Torneo FIBA Américas , toda la plantilla, empezando por Pablo Laso, reconocieron estar obligados, por la historia y por el escudo, a pelear por cada partido y torneo que disputen y llegan a Sao Paulo para ganar este título ("nadie de este equipo la ha ganado" como recordaba Gustavo Ayón). En caso de adjudicárselo, el equipo blanco lograría el repóker de títulos por primera vez en su historia. Hace 40 años lo ganó todo, pero no existía la Supercopa de España, lo que hace que sea una motivación extra para pasar a la historia como la “temporada perfecta”.
El Bauru se presenta como la víctima perfecta, siendo su jugador más destacado el exmadridista Hettsheimeir. Nada juega a su favor. Ni el presupuesto, ni la plantilla. Su talento no es comparable al del equipo blanco, y el margen de sorpresa es menor al celebrarse a doble partido (sábado 26 a las 2 am hora española y domingo 27 a las 17 horas pm, ambos se podrán ver por Real Madrid TV). Que el Madrid no gane este torneo podría considerarse una sorpresa mayúscula, y pese al optimismo del entrenador brasileiro Guerrinha ("con ilusión y trabajo todo sueño se puede conseguir, incluido el nuestro"), no parece a priori un rival de entidad para los hombres de Laso.
Quizás el cambio horario (cinco horas de diferencia) y el excesivo calor en el pabellón, que no cuenta con aire acondicionado, sean mayores rivales, pero como ha dicho el propio Laso "ambos tendremos el mismo calor y humedad. Yo he pasado calor en Rusia y frío en Málaga, por lo que no quiero que sea una excusa". Igualmente, el preparador blanco agradeció la bienvenida recibida y como representante del Madrid recalcó que llevan dos años pensando en este trofeo tras dos derrotas en la final de la Euroliga y que ahora, como campeones, tienen la oportunidad de ganarla. Por eso le da toda la importancia que merece y añade que ”es un título que queremos conquistar" y aunque están iniciando la pretemporada y van justos de preparación, las fechas se sabían desde hace tiempo y están obligados a competir desde el primer día. Así, el vitoriano, prudente, quiso dejar claro que "debemos jugar al más alto nivel para llevarnos el trofeo”.
"Es un orgullo que todos mis jugadores hayan ganado o llegado a rondas finales en los campeonatos preolímpicos", continuó Laso, que a la vez reconoció que, como entrenador del Madrid le “perjudica, pues soy consciente de que la preparación no es la mejor, pero no es excusa, el torneo tiene mucho valor para nosotros, tenemos la misma plantilla del año pasado con pequeñas incorporaciones y sé que pese al cansancio psicológico llegamos con nivel mental y físico para competir".
Será el comienzo de varias semanas cargadísimas de partidos para un Real Madrid que será exigido desde el primer minuto del primer duelo en Sao Paulo, después de su legendaria temporada pasada, que buscarán redondear volviendo a levantar la Intercontinental 34 años más tarde.