En el deporte, como en cualquier otro ámbito de la vida, existen jugadores que trascienden a su época. En el caso del baloncesto español, Pau Gasol es sin duda la mayor leyenda que jamás se haya curtido en las pistas de nuestro país. El pívot de Sant Boi volvió a disfrazarse de superhéroe en el partido de los octavos de final ante Polonia y, superando unas molestias en el gemelo, cuajó un partido sideral para levantar a España cuando más apretaba el nudo de la corbata. 30 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias. Sin embargo, acostumbrados a ver al catalán dominar la zona, lo de Polonia fue otra cosa, pues terminó el partido con seis triples de siete intentos, fruto de su adaptación a la particular defensa polaca. Una nueva muesca en el revolver de un jugador del que la afición española debe disfrutar cada minuto que le quede con la camiseta nacional.
El partido empezó a toda pastilla, y tras el 0-4 inicial, la eclosión de Llull y el inicio del constante martilleo de Gasol sobre el aro rival, dejaron vislumbrar un partido plácido para España (13-6). Nada más lejos de la realidad, pues el escurridizo base nacionalizado AJ Slaughter tiró de repertorio ofensivo en los primeros minutos, el mismo que le faltó en el resto del choque, para que Polonia siguiera muy metida en el torneo (25-20).
Nuevamente España salió aletargada en el segundo parcial, y en un visto y no visto, el fornido jugador de la universidad de Gonzaga, Przmyslaw Karnowsky, castigó la confianza de Scariolo en Hernangómez. Cuatro puntos seguidos del pívot centroeuropeo mandaron al banco al joven del Real Madrid, que ya no volvería a cancha mientras se cocieron las habas. No era partido para concesiones, y Gasol volvió a la pista, recibiendo otra canasta más de Karnowsky, tan rudo en las formas como estilista en el movimiento de espaldas al aro. España no estaba cómoda, y se sucedieron errores, que permitían triples librados al rival, precipitaciones ofensivas, y demasiadas segundas opciones. En el bando Español, Mirotic cuajaba una buena primera mitad, como siempre, sin peso en el juego, pero finalizando con efectividad. Al descanso, 41-39 y nada decidido.
Para el tercer cuarto regresó Gasol con un evidente vendaje en el gemelo. Estaba tocado, y, pese a frenar bien a Gortat, no se fajaba excesivamente en la zona rival en la ofensiva. Le tocaba reinventarse desde el perímetro, lo casi nunca visto. Los de Scariolo, atascados, volvían a salir en desventaja del vestuario, para un rápido parcial de 0-4, y el italiano empezó a recurrir a la defensa zonal mediado el tercer periodo. Polonia, desinhibida, encontraba sus tiros cómodos, aprovechando la baja de un Rudy Fernández crucial en la retaguardia nacional. España, acongojada y presionada por el favoritismo, sudaba horrores cada punto. Los del animoso entrenador estadounidense Mike Taylor incluso se adelantaron por con su máxima delantera del partido (52-55), justo antes de que un 2+1 de Mirotic recortara el desasosiego de una España incomodísima.
Las caras no eran positivas al comienzo del último periodo. Si Polonia mantenía la alegría, la cosa podía complicarse sobremanera. Pero no es fácil jugar tranquilo cuando hay tanto en juego y tan poca experiencia en esas lides, y cuando la defensa española dio un paso adelante, los polacos se abonaron al caos. El único cuarto que empezó con ventaja para los campeones de 2009 y 2011 se le atragantó a Polonia, empequeñecida por el reto desde el comienzo. Los `Sergios´, Llull y Rodríguez, llamaron a filas al ataque español, y Gasol se encargó del resto ante un rival nublado en ataque. Hasta Claver cuajó un buen último cuarto, apoyando de forma importante en el rebote, un problema durante casi todo el duelo, desde su tan enorme como lánguida antropometría. Ay, si este chico se lo creyera.
Cuando el nudo de la corbata dejó de apretar, el referente español se permitió dos triples más seguidos. El último de ellos, el sexto, digno del mejor Juan Carlos Navarro, caracoleando al rival y sobre la bocina de la posesión. Un disparate del que quizá no nos quede mucho por ver defendiendo a España. El próximo martes, Grecia será un enemigo de aúpa, seguramente favorito para alcanzar la semifinal del Eurobasket. Habrá que cuajar la perfección para derrotar a los helenos, pero con Pau Gasol, todo es posible. Que nadie entierre a esta España, por más problemas que tenga.
Ficha técnica:
España: 80 , (25+16+14+25): Llull (12), Ribas (5), San Emeterio (0), Mirotic (15), y Gasol (30)–cinco inicial- Reyes (4), Sergio Rodríguez (8), Claver (5), Hernangómez (0), Aguilar (0), y Vives (0).
Polonia: 66, (20+19+16+11): Slaughter (9), Ponitka (9), Waczyinski (9), Kulig (10), y Gortat (9) - cinco inicial – Cel (5), Koszarek (0), Karnowski (6), Czyz (2), Zamojski (5), Gruszecki (0) y Skibniewski (2).
Árbitros: Ryzhyk (Ucrania), Herceg (Croacia) y Koljensic (Montenegro). Eliminaron por falta personales al polaco Marcin Gortat.
Incidencias: partido disputado en el Estadio Pierre Mauroy de Lille, perteneciente a los octavos de final del Eurobasket.