Siete victorias en otros tantos partidos amistosos deberían ser a priori un buen balance para encarar el trascendental Eurobasket que afronta España a partir del sábado 5 de septiembre. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y reducir el análisis de la preparación al puro resultadismo, resultaría a todas luces equívoco. Y es que no se puede ocultar que la Ruta Ñ 2015 ha tenido, entre algunas luces, varios puntos oscuros también.
Como cada verano, la Federación Española de Baloncesto ha sacado brillo a su gran producto, su selección absoluta masculina, para llevarla a recorrer el país entre una importante expectación. No cabe duda de que este equipo es la gallina de los huevos de oro del ente federativo, y que es lícito hacer caja con ella. Sin embargo, parece obvio que el nivel de los rivales no es el que se habría elegido si la prioridad hubiera sido una óptima preparación para lo que España afrontará en Berlín. Bélgica, Polonia, Senegal, Venezuela, Macedonia (dos veces) y República Checa han sido los rivales elegidos. Y no resulta difícil valorar que ninguno de ellos se encuentra seguramente entre las quince o veinte mejores selecciones del mundo.
Además, se ha echado en falta también algún amistoso fuera de casa. En veranos previos, España fue vapuleada en Lituania, o sufrió horrores para ganar en Eslovenia o Francia. Jugar con ambientes contrarios y arbitrajes poco afines parece siempre algo recomendable cuando se trata de afrontar un campeonato europeo. Pero la línea elegida no incluyó tal opción. El propio Sergio Scariolo, aparentemente resignado, echó balones fuera tras el amistoso ante Macedonia en Madrid: "esto es lo que hay, una preparación que ya estaba elegida cuando yo llegué, no tiene sentido debatirlo más". No parece difícil entender que esta preparación no habría sido la seleccionada por el de Brescia de haber llegado antes al cargo.
Más allá del nivel competitivo de los rivales, ha habido algún aspecto negativo más. La lesión de Álex Abrines acorta aún más una rotación a priori pobre, algo ya asumido por el seleccionador. "Necesitamos buscar nueves jugadores que aporten en los partidos", declaraba el transalpino tras aquel partido en la capital española. Y es que la primera unidad española es de máxima fiabilidad, desde los `Sergios´, Llull y Rodríguez, hasta el trío interior, formado por Gasol, Reyes y Mirotic, pasando por Rudy Fernández. Sin embargo, a partir de ahí, la otra mitad de la plantilla, seis jugadores exactamente, deberán demostrar que están preparados para dar el paso adelante necesario. El debutante Pau Ribas y el veterano San Emeterio serán cruciales para enriquecer el perímetro, así como Hernangómez para dar descanso de garantías a los interiores y curtirse para las mil batallas que le vendrán en el futuro. Bien podrían ser esos los nueve hombres a los que se refiere Scariolo, toda vez que Pablo Aguilar y Guillem Vives parten claramente en los puestos once y doce de la rotación (no necesariamente en ese orden), y de Víctor Claver, pese a contar con la confianza del seleccionador, es difícil esperar que sea un factor crucial. Aunque quizá la mejor noticia sería precisamente ésa, el esperado tantos años paso adelante del valenciano.
En todo caso, obviamente no todo es oscuro. Pau Gasol carbura motores poco a poco, con dos partidazos para cerrar la gira (26 puntos y 16 rebotes frente a Macedonia en Logroño y 18 y 12 ante los checos en Zaragoza), Niko Mirotic se sabe imprescindible desde el primer momento de su llegada al equipo nacional, y el bloque del Real Madrid parece mantener el dulce momento que les acompañara toda la temporada pasada. Con ese bloque se puede competir a cualquier rival, y esa es la fortaleza de España, que no partirá como inferior en ningún duelo. La gran cuestión es si la otra mitad de la plantilla dará el nivel, y, de no darlo, hasta dónde se puede llegar en todo un Eurobasket con una rotación tan corta. A partir del día 5 tendremos respuestas, pues un torneo tan duro como el que le toca afrontar a España pondrá al equipo a pruena desde el salto inicial del debut frente a Serbia.