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El cadete Luka Doncic formará parte de la primera plantilla del Real Madrid de baloncesto

La presencia del cadete esloveno confirma la explosión de un jugador maravilloso que ha impresionado en la cantera blanca.

La presencia del cadete esloveno confirma la explosión de un jugador maravilloso que ha impresionado en la cantera blanca.
Luka Doncic, durante el pasado playoff ACB ante el Gran Canaria | Cordon Press

Cuando Pablo Laso pasó por Tiempo Extra tras alzar la Euroliga, no dudó en comentar algunas de las claves de futuro del Real Madrid. El enorme nivel mostrado por la cantera blanca, campeona de todo desde infantiles hasta juniors en el ejercicio recién terminado, suponía, para el técnico vitoriano, un "bendito problema", como él mismo lo calificaría en aquella charla con Vicente Azpitarte y su equipo.

Por eso este verano se planteaba como absolutamente determinante a ese respecto. No ya sólo por buscar el siguiente paso para los Santi Yusta o Jonathan Barreiro, las dos perlas españolas blancas, más poderoso el primero, más fino y talentoso el gallego, sino también por la necesidad de encontrar el mejor destino para dos grandes valores ya más que fogueados en la Liga Endesa, Dani Díez y Willy Hernangómez, que serían recuperados tras sus cesiones a San Sebastián y Sevilla, respectivamente. Pero muy especialmente, por la decisión a tomar al respecto de la joya de la corona, el esloveno Luka Doncic, apenas un cadete en cuando a edad, pero un diamante en bruto como no hay otro en todo el continente a esa edad, y que empieza a estar pulido.

La decisión final la dio a conocer Alberto Herreros tras la celebración del sorteo de la primera fase de la próxima Euroliga, cuando declaró que finalmente Doncic y Hernangómez serán miembros de pleno derecho de la primera plantilla blanca cuando arranque la siguiente temporada, hecho que ha propiciado que el club no vaya a derecho de tanteo ni por Santi Yusta (firma tres años por el Obradoiro) ni, lo que ha podido resultar más sorprendente, por Dani Díez, que jugará en Unicaja. Una decisión razonable en lo que a Hernangómez se refiere, pues su crecimiento le hace acreedor a ocupar, junto a Trey Thompkins, los huecos que dejarán Salah Mejri y Ioannis Bourousis, pero que ha impactado más en cuanto a Luka Doncic.

16 años, 198 centímetros, y una prodigiosa capacidad para jugar y entender el baloncesto. Ese es Doncic, una perla de las que salen cada mucho tiempo, que se perfecciona poco a poco en la cantera blanca, y ante cuya eclosión los gestores del Madrid se han decidido por darle la iniciativa. Una visión de juego excelente, buena mano desde el exterior, inteligencia supina y gran capacidad de trabajo y espíritu competitivo, que han derivado en que, cuando es superior físicamente, arrolle a sus rivales, pese a no ser un jugador especialmente rápido. El siguiente paso será demostrar que, jugando como base, la que seguramente será su posición de futuro, puede competir ya mismo en una rotación en la que Sergio Rodríguez y Llull forman la pareja más sólida del viejo continente.

Su bautismo real llegó este año en los playoffs sustituyendo a Carroll, jugando como 2 pero con libertad para subir el balón cuando fue necesario. Y su rendimiento no fue ni mucho menos el de un niño. La próxima temporada será la que el gran público comenzará a conocer a Luka Doncic, una auténtica joya que seguramente no dure mucho en España, y a la que el Real Madrid, conocedor de su infinito potencial, quiere sacar brillo lo antes posible. Puede sonar a riesgo, pero el chico está preparado y ha derribado la puerta del campeón europeo. Un bendito problema para Pablo Laso.

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