Es difícil parar a algunos de estos jugadores que, debido a su altura y corpulencia, pueden ser ingobernables. Y Von Wafer, ex NBA, ha decidido entrar en el poco selecto club de los que pierden los papeles durante un partido de baloncesto.
Lo hizo jugando con su equipo, el Shanxi Zhongyu chino, cuando golpea a un rival con un puñetazo en el estómago. Una acción que le cuesta la expulsión. Y cuando se encamina a los vestuarios, Wafer agarra una silla y la lanza hacia la grada.
Pero no fue el único, porque al acabar el partido, su compañero Jeremy Tyler se encara con Hammed Haddadi, un iraní de 2'18 de altura, del Qingdao DoubleStar.