El partido entre el Panathinaikos y el FC Barcelona, correspondiente a la última jornada de la primera fase de la Euroliga de baloncesto, ha estado suspendido durante muchos minutos al descanso debido a una amenaza de bomba que obligó a desalojar el OAKA Arena de Atenas y que al final resultó ser falsa.
La Policía obligó a los seguidores a abandonar las gradas del recinto, donde se calcula que se encontraban más de 12.000 aficionados.
Al descanso del encuentro -el número 500 de Xavi Pascual como primer técnico culé-, el conjunto visitante ganaba por 17 puntos de diferencia (23-40).