Se cumplen 30 años del debut de Michael Jordan en la NBA

Washington, 26 de octubre de 1984. Con 28 puntos, Orlando Woolridge lideró la primera victoria de la temporada de los Chicago Bulls, ante los Bullets. Pero se produjo un hecho que acabaría siendo fundamental en la historia del baloncesto universal: el debut de Michael Jordan en la NBA.

Aquel día, el que a la larga sería conocido con el nombre de Air Jordan o Su Majestad, anotaría 16 puntos, además de repartir siete asistencias y capturar seis rebotes. Sólo unas semanas después, ante los Spurs, Jordan firmó 45 puntos en 48 gloriosos minutos (18 de 27 en tiros de campo, un 66,7% de acierto), con diez rebotes y cuatro asistencias.

Desde entonces, los medios de comunicación empezaron a forjar la idea de que había llegado al baloncesto un hombre que terminaría siendo tan grande como el mismo deporte. Había nacido el mito de Michael Jordan.

En sus quince temporadas como profesional, repartidas entre tres etapas distintas (Chicago Bulls entre 1984-1993 y 1995-1998; y Washington Wizards 2011-2013), Air Jordan logró un palmarés sencillamente envidiable: seis anillos de la NBA (1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998), cinco títulos de MVP (1988, 1991, 1992, 1996 y 1998) y el galardón al Rookie del Año en 1985.

Líder del Dream Team

Sin olvidar las dos medallas de oro olímpicas que logró con el Dream Team estadounidense, en Los Ángeles 1984 y Barcelona 1992. Dos frases antológicas bastan para describir a Michael Jordan, todo un genio de la canasta. "Me he enfrentado a Dios disfrazado de jugador de baloncesto", afirmó Larry Bird tras los 63 puntos que anotó Air Jordan en dos prórrogas en el Boston Garden.

"Defenderle es como una pesadilla. No dejo de soñar con ello. Especialmente, cuando saca la lengua", señaló, por su parte, Craig Ehlo, jugador de los Cleveland Cavaliers en 1988 sobre Jordan, el tercer máximo anotador de la historia con 32.292 puntos, sólo superado por Kareem Abdul-Jabar (38.387) y Karl Malone (36.928), aunque es MJ quien tiene la mejor media anotadora de todos los tiempos, junto con el legandario Wilt Chamberlain, con 30,1 puntos por partido.