Valencia Basket derrotó al Unics Kazán ruso en el partido de ida de la final de la Eurocup, segunda competición continental, cuyo ganador jugará la próxima temporada la Euroliga. Pese al buen marcador obtenido, con momentos de juego sensacional del equipo naranja, un mal último cuarto que permitió remontar a los rusos, que llegaron a estar 33 puntos abajo, deja la eliminatoria abierta para el partido del próximo miércoles en la lejana Kazán, en tierras bañadas por el Volga.
En la misma línea de las eliminatorias previas, el equipo de Velimir Perasovic salió cual martillo pilón a la cancha desde el salto inicial. Con un juego intensísimo desde la defensa, veloz en el ataque, y con una altísima efectividad, los taronja desarbolaron a su potente rival, en el que el seleccionador griego en el pasado Eurobasket, el italiano Andrea Trinchieri, no encontraba la forma de parar al extraordinario Justin Doellman (12 tantos en el primer cuarto) y veía como el ex barcelonista Chuck Eidson no podía generar en ataque buenos tiros para los suyos, que se veían ya quince abajo en apenas diez minutos (27-12).
Lejos de bajar en su ritmo de locura, cuatro triples de salida de los valencianos asestaron un nuevo misil a la línea de flotación del Unics en el arranque del segundo cuarto. Ribas, Aguilar, Lafayette y Doellman elevaron la renta ya por encima de los veinte tantos (39-15), diferencia que la tardía aparición del anotador estadounidense Andrew Goudelock no pudo limar antes del intermedio (48-25). Al descanso, La Fonteta era una fiesta para un Valencia al que todo le salía bien, e incluso recuperaba a su gigante ucraniano, Serhiy Lishchuk, aportando aún más contundencia a la rotación de Perasovic.
La exhibición de Doellman no bajó un ápice en el paso por vestuarios. El ex de Alicante y Manresa, que será una de las piezas más cotizadas el próximo verano para los grandes del baloncesto europeo, continuó masacrando una y otra vez el aro ruso. Además, el jugador formado en la Universidad de Xavier aportaba tanto como el que más en pista defensiva, y una recuperación suya con posterior antideportiva, más una técnica a Goudelock permitió que la brecha superara los treinta de ventaja, con un triple de Pau Ribas que puso patas arriba el recinto valenciano, entre gritos de "¡MVP!" para Doellman (70-37).
Sin embargo, cuando casi nadie lo esperaba, el último cuarto ocurrió lo que Valencia llevaba tratando de evitar todo el partido. Los visitantes comenzaron a demostrar su buen nivel, que les ha traído hasta esta final y que les permitió vencer a los valencianos esta temporada en las dos veces que ya se enfrentaron, y como por arte de magia, o del cansancio, los taronja empezaron a denotar un cansancio importante. Los porcentajes bajaron alarmantemente, la selección de tiros empeoró, y un parcial en los últimos diez minutos de 6-23 para los rusos permite a estos revivir en la eliminatoria y volver a soñar con el título. Ni los tiempos muertos de Perasovic ni el apoyo incondicional de La Fonteta a los suyos en sus peores momentos reactivaron a un Valencia Basket que viajará hasta Kazán con una renta aceptable pero que ni mucho menos será la que por momentos pareció. Tocará sufrir en tierras tártaras tras un amargo éxtasis valenciano.
Ficha técnica:
Valencia Basket: 80, (27+22+25+6): Van Rossom (2), Martínez (7), Sato (2), Doellman (28), y Dubljevic (12) –cinco inicial- Lafayette (8), Lucic (0), Ribas (14), Lishchuk (4), y Aguilar (3).
Unics Kazan: 67, (12+13+17+23): Zisis (3), Goudelock (0), Eidson (10), Sokolov (0) y Kurbanov (4), - cinco inicial – Harangody (14), Veremeenko (17), Mckee (0), Vougioukas (5), Antipov (0) y Sergeev (5).
Árbitros: Radovic (Croacia), Sahin (Italia) y Latisevs (Letonia). Eliminaron por faltas personales al local Serhiy Lishchuk.
Incidencias: partido disputado en el Pabellón de La Fuente de San Luis de Valencia, ante 8500 espectadores.