Ucrania ha encontrado un nuevo apoyo internacional quizá en el lugar donde menos lo esperaba: el baloncesto. La ciudad lituana de Kaunas se ha volcado en las canchas a la hora de mostrar su rechazo a Rusia y a la situación que se está viviendo en Crimea.
El martes, el Nanterre lituano recibía al Budivelnik ruso, y las gradas del Zalgirio Arena se llenaron de banderas teñidas de amarillo y azul, los colores de la bandera ucraniana.
Una imagen que, según afirma Tubasket, se repitió ayer durante el partido de la Euroliga entre el Zalgiris Kaunas y el CKSA Moscú –por cierto, el único que ha batido esta temporada al Real Madrid.
Durante la presentación del equipo ruso, además, los aficionados lituanos no han cesado de silbar, y se han girado para dar la espalda a los jugadores rusos, mostrando así su rechazo a la crisis que se está viviendo en Ucrania. Un movimiento, el de dar la espalda, que se repitió en varias ocasiones durante el partido, aunque ahora dirigidas a los aficionados rusos.
Era una protesta surgida en las redes sociales, bajo el lema "Dale la espalda al club del Ejército Rojo". Añadían, los creadores del movimiento, que "no es una falta de respeto a los jugadores rusos. Mostramos nuestro apoyo a la soberanía de Ucrania y a la integridad territorial".
No es de extrañar esta postura en Lituania, un país que fue invadido en 1940 por la URSS, a la que perteneció hasta 1991. No en vano, el Zalgiris Kaunas estuvo aliado durante muchos años al ejército soviético.