Arranca la Copa del Rey. Málaga acoge una lucha de dos bandos por hacerse con el trofeo: el del favorito, integrado únicamente por un Real Madrid invicto en la Liga Endesa gracias al juego vertiginoso propuesto por Pablo Laso y representado en Sergio Rodríguez; y el de aspirantes a sorprender al equipo blanco, encabezados por el pujante Valencia Basket y el FC Barcelona, vigente campeón.
Desde el pasado 16 de junio, cuando perdió frente al Barça en el cuarto partido de la última final liguera, el Real Madrid solo ha vuelto a tropezar en una ocasión. Fue hace dos semanas en Moscú, donde el CSKA rompió la imbatibilidad de un equipo en estado de gracia que quiere seguir asustando a la hora de la verdad, peleando por el segundo título de la temporada tras levantar la Supercopa Endesa.
Su primer rival será el Herbalife Gran Canaria, equipo que se está asentando en la élite del baloncesto nacional y que afronta su novena participación copera con ganas al menos de igualar su actuación del año pasado, cuando llegó a semifinales por primera vez en su historia. El equipo canario jugará alentado por el último precedente liguero contra el Real Madrid, que sufrió mucho para mantenerse invicto (70-75), lo mismo que en sus dos anteriores choques coperos, en 2007 (85-82) y 2011 (78-72).
El ganador del duelo que abrirá el torneo se enfrentará al vencedor del enfrentamiento entre Unicaja Málaga y CAI Zaragoza. La maldición del anfitrión -solo dos ganadores en treinta ediciones del torneo- sobrevuela sobre el equipo andaluz, un histórico del torneo venido a menos en las últimas temporada, ya que afronta su segunda participación en cinco años.
Mucho menos tradicional es la presencia del CAI, que solo ha disputado un partido copero en su corta historia, los cuartos de final del año pasado en los que fue arrollado precisamente por el anfitrión de entonces, el Laboral Kutxa. Sin embargo, al equipo aragonés no le asusta el Martín Carpena, como ya ha demostrado esta misma temporada ganando en Liga (67-76).
Las dudas en el vigente campeón
En la otra parte del cuadro, el FC Barcelona, ganador las dos veces que la Copa se ha disputado en Málaga (2001 y 2007), no aterriza como favorito pese a que ha tocado la gloria en tres de las cuatro últimas ediciones del torneo. Seis derrotas en la Liga, incluida la última el pasado domingo frente a su posible rival en semifinales, el Valencia Basket, alimentan las dudas de uno de los dos equipos más laureados de la historia, empatado a 23 títulos con el Real Madrid.
Sin embargo, la experiencia de hombres como Juan Carlos Navarro y las recientes victorias en las difíciles canchas de Olympiacos o Panathinaikos reafirman la candidatura azulgrana, que tendrá un debut más cómodo de los esperado ante un Iberostar Tenerife que esta misma semana ha sufrido la inesperada pérdida de su máxima estrella, Blagota Sekulic.
Por último, la eliminatoria más igualada a priori es la que disputarán el Valencia Basket y el Laboral Kutxa, aunque más por historia y plantilla que por momento de juego, ya que el equipo taronja, que solo ha perdido dos partidos en la Liga Endesa, llega eufórico, mientras que el Baskonia sufrió para meterse en la Copa y viene de una nueva derrota ante el Herbalife.