El Real Madrid no encontró rival en el Bruixa D'Or y en otro festival anotador, triple de espaldas de Felipe Reyes incluido, consiguió su quinta victoria en Liga con un marcador de 111-63 y 48 puntos de diferencia.
Los de Manresa intentaron hacer su juego, no dejarse intimidar por la exuberancia de las canastas madridistas, pero el contragolpe local y, tan importante o más, la gran defensa de los jugadores de Pablo Laso les dejaron apenas sin opciones.
Una de las jugadas más celebradas por la grada se dio en el segundo cuarto. Pese a ir ganando por 51-28, Slaughter -cada vez mejor defensor- dio un pase de béisbol, sacando de fondo, a Felipe Reyes que recibió de espaldas y lanzó de esa manera al aro con las dos manos. El balón entró y los árbitros tras consultar el vídeo dieron validez al triple inusual para certificar el 54-28 con el que ambos equipos se marcharon a los vestuarios.
Los treinta puntos de diferencia no tardaron en llegar, apenas minuto y medio tras la reanudación (61-31). Defensa, recuperación del balón, contragolpe y canasta del Real Madrid fue la jugada más repetida.
Llull, Rudy, Carroll, Mejri, todos se fueron sumando al carro de la excelencia. Carroll anotando con un mate los 101 puntos de su equipo. Al final, 111-63. Otro festival madridista.
El Barcelona sigue invicto
Por su parte, el Barcelona mantuvo su condición de invicto al derrotar, en un insípido encuentro, al Canarias (87-71), que no pudo contrarrestar el juego interior de un equipo que no acaba de mostrar continuidad en su juego.
Los catalanes tuvieron suficiente con la fortaleza de Ante Tomic -máximo anotador del partido con 16 puntos- y Lampe para imponerse ante un rival que no se acabó de creer la posibilidad de asaltar el Palau Blaugrana.
Fueron todo el partido por delante pero, tras la reanudación, los locales imprimieron una marcha más. Marcelinho volvió a comandar con maestría, Navarro dio muestras de su talento ofensivo y tanto Tomic como Todorovic se sintieron solidos en el poste bajo.
Asimismo, el Laboral Kutxa ha sumado su segunda victoria de la temporada ante un Valladolid (58-87) sin recursos, que apenas aguantó los primeros diez minutos y que se mostró incapaz de encontrar la motivación y la mordiente necesarias para intentar competir, con la única excepción de Haritopoulos.