El Real Madrid cumplió con otro día de oficina y sin grandes alardes consiguió una victoria por 17 puntos, 92-75, ante un Bilbao que sigue sin estrenarse en la Liga pero que parece un equipo con ciertas hechuras que debe comenzar a remontar de inmediato.
El Madrid siguió con el mismo libreto de partido, el que todos se saben de memoria. Esta vez fue Ioannis Bourousis el encargado de hacer el papel de galán en el primer cuarto, enamorando el aro contrario con 13 puntos (5 de 6 en tiros de dos y un triple sin fallo), adornándolo con 5 rebotes y 18 puntos de valoración.
La buena circulación de balón y la efectividad en el lanzamiento por parte de los jugadores de Pablo Laso hacían prácticamente ineficaces los cambios de defensa que ordenaba el técnico de los bilbaínos, Rafael Pueyo.
Tras seis minutos y medio de partido, el marcador fue consecuente con lo que estaba sucediendo, 21-7. Catorce puntos de diferencia y un nuevo atisbo de partido concluido antes de tiempo. Pero la máxima diferencia en el primer cuarto fue el punto de inflexión de los hombres de negro, que consiguieron un parcial de 2-11 para concluir el primer periodo con un 23-18.
Las rotaciones de Laso tuvieron sus luces y sombras. Las luces de Sergio 'Chacho' Rodríguez, tan inspirado como siempre en los últimos tiempos, y las sombras de Salah Mejri, todo voluntad pero al que quizá hay que poner un punto de pausa en sus deseos de agradar.
Con Bertans como principal amenaza ofensiva por parte del equipo vasco, el marcador volvió a recuperar la decena de puntos de ventaja para los locales y el 49-37 del descanso no dejó sentenciado el partido.
La brega del Bilbao en el tercer acto les permitió acercarse a la opción de victoria (54-46, min.23), pero cinco puntos seguidos de Díez, un triple y un contragolpe, devolvieron al Madrid las ganas de jugar y ganar, al menos por el momento.
El día no estaba para muchas florituras y los jugadores del Real Madrid cumplieron con un día más de oficina, con profesionalidad pero sin alardes, lo que permitió al Bilbao llegar vivo al último periodo, 65-53, lo que no es poco ante este Real Madrid arrollador en este inicio de temporada. El equipo de Pablo Laso afrontó los últimos cinco minutos con la victoria puesta a buen recaudo, 78-64.
Los dos equipos decidieron que ya estaba todo decidido y dejaron que el tiempo fuera pasando sin más hasta el final. El 92-75 a la conclusión, diecisiete puntos de ventaja, fue el resultado de otro día de oficina para los jugadores del Real Madrid, con Rudy sin disputar ni un solo minuto.
Por otro lado, Marcelinho Huertas y Juan Carlos Navarro -20 puntos entre los dos en último cuarto- han llevado al Barcelona a un laborioso triunfo frente a un Gipúzkoa Basket (81-74) que le ha plantado cara hasta el final.
Los azulgrana, negados desde el perímetro (1 de 15 en triples), se han encontrado con un rival entusiasta que le ha llegado a ganar por 10 puntos (41-51, m.26), con un Jasob Robinson extraordinario (26 puntos), pero que no ha resistido el empuje local en el último cuarto (28-17), especialmente por el juego desplegado por Navarro y Marcelinho en los últimos minutos.
El técnico azulgrana realizó dos cambios en su cinco inicial con respecto al del pasado jueves ante el Nanterre, con Alex Abrines y Joey Dorsey por Juan Carlos Navarro y Ante Tomic. Rápidamente ya se vio la superioridad azulgrana en el rebote porque Ramsdell (2,05 metros) no podía con Maciej Lampe y Dorsey era físicamente superior a David Doblas.
Así, los azulgrana dominaron inicialmente con 8 puntos de Lampe y 6 de Abrines (14-9, m.6), pero la entrada de Jacob Pullen, totalmente descentrado, por Marcelinho y la respuesta de Raulzinho, junto a ocho puntos (dos triples y una canasta) de Jason Robinson en los tres minutos finales reducían las diferencias al mínimo al final del primer cuarto (21-19).
Bostjan Nachbar y Kostas Papanikolau habían sido una sombra en el primer cuarto y Pascual optaba por dar entrada a Navarro junto a Alex Abrines. Sito Alonso colocaba a Javi Salgado con director del juego de su equipo triple suyo , junto a una canasta de Julen Olaizola daba ventaja al equipo vasco (23-24, m.13).
El Barcelona no reaccionaba, Ante Tomic y Lampe eran bien parados en la pintura y el Guipúzkoa empezaba a lograr rebotes ofensivos y desde la línea de 6,75 la diferencia era evidente:1/7 el Barça por 6/11 del equipo vasco. Esto provocaba un desajuste total en las líneas azulgrana y que los de Sito Alonso se fuesen al descanso cuatro arriba tras un tiro libre de Will Hanley (37-41).
Las cosas siguieron igual tras el intermedio. El Barcelona se empeñaba en lanzar triples sin acertar y los visitantes llegaban incluso a controlar el rebote ofensivo con un Robinson espectacular en ataque y con un triple de Raulzinho llegaba a máxima ventaja para los de Alonso (41-51, m.26).
Ahí surgió la casta y garra de Navarro y Marcelinho que llevaban a un parcial de 8-0 (49-51, m.29), pero dos triples de Tony Winchester cortaban la reacción local (51-57, m.30) y Navarro dejaba el marcador en 53-57 al final del tercer cuarto.
El esfuerzo pasaba factura a los vascos y sólo Robinson, con un 2+1, se mostraba efectivo (55-60, m.33). Esto daba paso a acciones interiores de Tomic y a jugadas rápidas de Marcelinho que daban la vuelta al marcador (61-60, m.34).
Además, el Barcelona volvía a controlar el rebote ofensivo y esto le permitía segundas opciones, ahora ya más claras, forzar personales y tiros libres.
Sin poder frenar a Marcelinho (13 puntos en este último cuarto), el Barcelona parecía controlar la situación (70-62, m.37) tras un parcial de 17-5, pero los de Sito Alonso no se dieron por vencidos y dos canastas de Doblas y cinco puntos consecutivos de Robinson dejaban el marcador en 73-72 a un minuto para el final.
Tomic daba aire a los barcelonistas (75-72), pero Winchester fallaba en el ataque donostiarra y cometía falta antideportiva sobre Navarro a falta de 35 segundos logrando el capitán los dos tiros libres y remachando posteriormente un extraordinario Huertas (79-92), dejando el choque visto para sentencia.