El Unicaja sucumbió (69-61) en su visita al Olympiacos pero se quedó cerca de comenzar de forma inmejorable en la Fase Regular de la Euroliga, tras un encuentro en el que los de Joan Plaza llevaron el control del marcador ante el doble defensor del título hasta el último cuarto, donde los griegos, vigentes campeones continentales tras derrotar al Real Madrid en la final del pasado mes de mayo en Londres, ajusticiaron a su rival del Grupo C.
La experiencia de los griegos a pesar de las caras nuevas pudo más que el conjunto español. Los malagueños gozaron de amplias ventajas durante el partido, pero fueron de más a menos, lo contrario que su rival. Los de Plaza no estuvieron finos en los momentos decisivos y terminaron encajando la séptima derrota de otras tantas visitas al ahora Pabellón de la Paz y la Amistad Pese al ambiente y los galones en su rival, Unicaja no se amedrentó de inicio. Dominó el rebote y se puso por delante en unos primeros minutos más efectivos dentro de imprecisiones y carreras (6-14). Spanoulis no tardó en tomar las riendas de los locales pero no encontró mucha compañía. Mientras, los de Joan Plaza gozaban de acierto en el tiro exterior con Dragic y Hettsheimeir.
El despertar paulatino del campeón no impidió que los andaluces siguieran mandando tras el primer parón, también gracias a buenos minutos de Fran Vázquez (18-22). Con el descanso en el segundo cuarto de la estrella local, el Olympiacos se secó en ataque, pero los visitantes, en especial Calloway, se estrellaron con el aro. El marcador se movía con dificultad, pero los malagueños mantenían su dominio. A cinco minutos del descanso, tres jugadas consecutivas de Petway (dos triples y un tapón) bajaron a Unicaja de la nube, pero Dragic volvió a tiempo desde la línea de tres. Del mismo modo, Calloway hizo las paces con el aro rival sobre la bocina del descanso, con un triple que devolvía el dominio a los de Plaza (26-33) y aumentaba los motivos para creer en la campanada.
El intercambio de golpes tras el descanso llevó igualado el partido al último cuarto (44-45). Unicaja perdía su colchón. Cinco puntos seguidos de Caner-Medley empezaron haciendo sangre en los griegos. Después, con Spanoulis descansando y tres faltas, Olympiacos apretaba el marcador con un parcial de 9-0 al que Unicaja respondía con otro de 0-7. Los de Georgios Bartzokas habían dado un paso adelante en especial en el rebote y, encontrando continuidad a sus jugadas, de nuevo anotaban con facilidad un parcial de 9-0.
El desafío se volvía mayúsculo para Unicaja, viéndose por debajo (49-46) por primera vez desde el 2-0 y con el vigente campeón creciéndose ante su público. De nuevo Caner-Medley daba aire a los malagueños en ataque (54-49), una faceta muy venida a menos desde el primer cuarto, pero los locales rompían el partido ante una defensa visitante descoordinada y superada por el miedo consciente de la oportunidad perdida. Una oportunidad que se escapó en los minutos finales como a tantos otros equipos que sucumben en casa de un siempre candidato a título aunque este año comienza un renovado proyecto.