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El Real Madrid aplasta al Bilbao Basket en la Supercopa Endesa

Los blancos, con un parcial de 28-11 en el segundo cuarto, se mostraron muy efectivos desde la línea de 6,75 metros (19/35).

Rudy Fernández intenta frenar a Alex Mumbrú. | EFE

El Real Madrid jugará este sábado la final de la Supercopa Endesa tras vencer de paliza (100-61) al Bilbao Basket en la primera semifinal del torneo, disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, después de un duelo en el que el conjunto de Pablo Laso exhibió un nivel superlativo, liderado por un Sergio Rodríguez imperial al firmar 14 puntos, 12 asistencias y 4 robos en 18 minutos.

Los madridistas, vigentes campeones, tardaron un cuarto en conectar con su mejor versión pero desde entonces asolaron a un Bilbao Basket por hacer e indefenso ante el temporal de triples (19 anotados, a uno del récord ACB) y ritmo de un Real Madrid inabordable y en el que el bloque estuvo a gran nivel.

El Bilbao Basket tenía un guión para el duelo. Y lo utilizó de forma productiva hasta que pudo. La presencia de Alex Mumbrú en el poste bajo incomodó a Tremell Darden primero y a Dani Díez después, ambos cargados con faltas y con los vascos aguantando un intercambio ágil, gracias a su veterano alero, que anotó 10 puntos en el primer cuarto. Más problemas tendría después con Rudy Fernández.

Mientras Mumbrú generaba una jaqueca desde el puesto de alero alto, el Real Madrid, como si no hubiera mediado parón veraniego alguno, vivía justo como acabó el curso, del talento de su perímetro. Su acierto de tres, letal (6/10 en el primer cuarto y 10/19 al descanso), permitía un partido muy de su gusto, con transiciones rápidas y ritmo frenético, justo lo necesario para que su mayor rotación hiciese daño.

Así fue en el segundo cuarto, cuando Sergio Rodríguez sacó su primera varita de la temporada y se dispuso a mostrar uno de sus cada vez más habituales espectáculos. El Chacho, un torrente imparable de juego ofensivo, se puso a repartir juego (7 asistencias en sus primeros 7 minutos en cancha) y elevó al infinito la idea de su equipo. El constante martilleo exterior, con Carroll apoteósico (18 puntos al final con 6 triples), reventó el partido en menos de diez minutos. El 53-35 a la media parte mostraba los puntos fuertes del conjunto de Laso, un caudal incomparable en ataque, con los problemas del Bilbao Basket, rotación aún falta de ajustes y constantes pérdidas (hasta doce a la media parte), que permitieron a su rival ser feliz durante los primeros veinte minutos.

El contexto se repitió, sólo que aún más reducido, tras la reanudación. El carácter y experiencia de Mumbrú volvieron a dañar al Real Madrid durante unos minutos pero el abismo que imperaba en el electrónico acabó con la voluntad de los bilbaínos mucho antes. El Real Madrid, incontenible desde la línea de tres y con un Nikola Mirotic brillante, agrandó aún más la herida y acabó con el partido (70-44, min.27).

El último cuarto bajó las revoluciones, con el Bilbao Basket hundido y permitiendo a Sergio Rodríguez, desatado, abrir los ojos de los aficionados con acciones espectaculares ante un rival entregado, que comenzó y terminó en Mumbrú y que tiene mucho por mejorar para el comienzo liguero. Los blancos, con una imagen que asusta, ya esperan rival para defender este sábado su corona.

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