Manel Comas tuvo a sus órdenes, allá en la década de los 90, a un tal Pablo Laso durante su etapa en el Taugrés. Allí, en el equipo vitoriano, tanto el técnico catalán como el entonces jugador crearon una perfecta sintonía.
No lo olvida Laso, que ha vivido emociones muy fuertes en las últimas horas: desde el fallecimiento el pasado lunes de Comas –a los 67 años víctima de un cáncer de pulmón– hasta la noche de este miércoles, con el título de la Liga Endesa ganado por el Real Madrid recién salido del horno.
Ya se vio a Laso visiblemente emocionado durante el minuto de silencio que la ACB rendía a Comas en los prolegómenos del quinto partido de la final ante el Barça Regal (79-71), y más aún cuando dedicó su triunfo al Sheriff, su maestro.
Además de elogiar al Barcelona y a Felipe Reyes –MVP del quinto partido y de la final–, el técnico madridista tuvo hermosas palabras para Comas. "Hace tres días se ha ido más que un entrenador, un compañero, un amigo. Pasé mis mejores años de jugador con él. Gracias por empujar y por ayudar a ganar este partido", dijo entre lágrimas un Pablo Laso que nunca olvidará esta semana.