Esta temporada ha sido muy dura para Pau Gasol. A nivel emocional, y a nivel físico. Ahora, con todo terminado, y con su futuro aún por conocer, el pívot español ha decidido someterse a un tratamiento para terminar con las molestias que lleva arrastrando desde hace tiempo. Y eso significa que deberá estar parado unos dos meses. O, lo que viene siendo lo mismo, se complica mucho su presencia en el Europeo de baloncesto que se disputará en septiembre en Eslovenia.
Fascitis plantar o tendinitis degenerativa en ambas rodillas son algunas de las molestias que ha sufrido Pau Gasol. Le han impedido jugar 33 partidos este año y, cuando ha participado, lo ha hecho siempre con dolor. Por eso, los Lakers le han recomendado ese descanso y recuperación. Y Gasol les ha escuchado, aún a sabiendas de que la próxima temporada quizá no siga en el equipo.
Pero detrás se esconde otro motivo: este es su último año de contrato, y Pau necesita estar al 100% de sus condiciones para afrontarlo y ganarse una renovación. Sea donde sea. Por eso, y aunque tuviera tiempo, al menos por fechas, para incorporarse a la concentración de la selección española que arrancará en agosto, lo más probable es que Gasol no esté. Necesita descansar, olvidar un año funesto, y arrancar el próximo curso como lo que es: uno de los mejores jugadores de la NBA.