El Barcelona Regal se ha ganado el derecho a jugar en casa el pase a la Final Four de la Euroliga tras dominar de principio a fin (60-70) al Panathinaikos en el mismísimo OAKA de Atenas e igualar la serie (2-2), por lo que será el Palau Blaugrana el escenario que dicte sentencia, el jueves de la próxima semana.
En medio de un ambiente infernal, mermado de efectivos y al borde del KO, el conjunto de Xavi Pascual demostró una vez más que si tiene una virtud ésa es su tremenda competitividad.
Al contrario que en el tercer partido, el Barça no se dejó sorprender por el PAO en los primeros minutos. Una zona 2-3 ejecutada a la perfección y una sorprendente fluidez en ataque le permitió abrir una pequeña brecha en el arranque del choque (4-11, m.7). El conjunto azulgrana dominaba el rebote -especialmente el ofensivo-, ahogaba el ataque heleno y sólo sufría para controlar al enorme Schortsanitis en la pintura.
Jawai, primero, y Tomic, después, lo intentaron con poco éxito. Pero, por fortuna para los catalanes, la de Baby Shak fue la única baza ofensiva del Panathinaikos en este primer cuarto. Con un 0-5 en triples, los locales naufragaban en su intento de neutralizar la ventaja visitante. El Barcelona tampoco andaba acertado en el tiro exterior, pero al menos logró anotar un triple -obra de Ingles- tras siete fallos consecutivos desde los 6,75 para cerrar el primer período con diez de ventaja (10-20).
El Barça aumentaría la diferencia hasta los 11 puntos al inicio del segundo cuarto con otro triple, esta vez de Sarunas Jasikevicius (14-25, m.13). Fueron los mejores momentos del lituano, que anotaría otra canasta poco después, pero los azulgranas se quedarían durante más de tres minutos clavados en esos 27 puntos. El Panathinaikos apretó los dientes atrás y un par de penetraciones de Maciulis y un triple de Bramos -el primero del Panathinaikos en todo el partido- culminarían un parcial de 7-0 que acercaría al equipo griego a cuatro puntos (23-27, m.17), la misma renta que al llegar al descanso (27-31).
Pero un inmenso Ante Tomic enfriaría la reacción griega tras la reanudación (31-39, m.23). Marcelinho Huertas, Erazem Lorbek y, sobre todo, Juan Carlos Navarro se unieron también a la causa y el Barça se disparó hasta los 16 puntos arriba (35-51, m.26). Con Diamantidis desaparecido -acabó el partido sin anotar un solo punto- y el conjunto verde negado desde el perímetro (5/23 en triples) era poco previsible una reacción helena.
No la hubo. El Barcelona alcanzó una máxima de 17 puntos (40-57, m.32) y, aunque el Panathinaikos llegó a ponerse a ocho cuatro minutos después (52-60), Navarro se encargó de disipar cualquier duda con un par de triples marca de la casa para mandar la serie al quinto y definitivo partido, dentro de una semana en el Palau.